Irritación en los ojos o en la garganta, sensación de fatiga, síntomas de alergia, estos son algunos de los signos más habituales que alertan de una mala calidad del aire en interiores. Algo que puede agravarse debido a factores como la falta de ventilación, la circulación de esporas de floridura en el ambiente o la acumulación de ácaros de polvo, según advierte Nicholas BuSaba, especialista en Otorrinolaringología en la Facultad de Medicina de Harvard.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta otros elementos que afectan negativamente al benestar de las personas y en la calidad del aire que respiran, como son los compuestos orgánicos volátiles (COV). Unas sustancias que se encuentran en los ambientes caseros al estar presentes en objetos como los muebles, la pintura, los productos de limpieza o los tejidos, así como elementos plásticos.
Desde el Ministerio para la Transición Ecológica se advierte de la peligrosidad de estos compuestos, que pasan a un estado gaseoso al exponerse a temperatura ambiente. Los hay tan dañinos para el medioambiente como el formaldehído y el tricloroetileno, y otros calificados por la institución como “extremadamente peligrosos para la salud” como el benceno.
¿Cómo lidiar con éstos? Además de asegurar una buena ventilación y limpieza, así como evitar productos en aerosol y con un alto contenido de COV, la NASA apunta a las plantas como posibles aliadas para hacer frente a estas sustancias.
¿Qué tan efectivas son las plantas a la hora de purificar el aire en interiores convencionales?
Los resultados de un estudio, llevado a cabo por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) en 1989, revelaron la capacidad de ciertas plantas, como el poto, para eliminar de forma natural dichos compuestos orgánicos volátiles. Concretamente, el poto dorado es una de las más destacadas gracias a su capacidad de purificar hasta el 73,2% de las sustancias cancerígenas del ambiente, según las datos de los investigadores.
Sin embargo, cabe resaltar que dichas averiguaciones surgieron a través de investigaciones llevadas a cabo en cámaras selladas y con unas condiciones altamente controladas. Por lo que sería necesario realizar más estudios al respecto para profundizar en el alcance de estas plantas a la hora de lidiar con compuestos orgánicos volátiles, tal y como evidencia revisiones más recientes, como la publicada en el medio especializado 'Journal of Exposure Science & Environmental Epidemiology'.
En este último estudio se señala que estas condiciones, en las que se llevaron a cabo las análisis de la NASA, no son aplicables a interiores convencionales. Además, señalan que, tras realizar ciertos cálculos al respecto, teniendo en cuenta las datos obtenidas por la NASA, serían necesarias entre 10 y 1.000 plantas por metro cuadrado para alcanzar la efectividad de un sistema de climatización o de ventilar de forma manual por medio de ventanas.