La Inteligencia Artificial (IA) ya no es una promesa del futuro, sino una fuerza imparable del presente. Así lo advierten desde Racks Labs, un grupo empresarial dedicado al desarrollo tecnológico, que pone el foco sobre tres profesiones especialmente vulnerables a esta revolución digital. Se trata de trabajos que podrían volverse casi irrelevantes en cuestión de años.
Lejos de ser una advertencia catastrofista, este análisis invita a mirar de frente lo que ya está ocurriendo en los mercados más dinámicos: la automatización ya reemplaza procesos rutinarios, optimiza tareas con precisión quirúrgica y, sobre todo, no duerme. Y aunque el futuro laboral no es completamente sombrío, sí obliga a moverse deprisa y con inteligencia.
Los trabajos más perjudicados

La IA está ganando la partida
El trabajo en centros de atención telefónica en países como México, India o Colombia, donde estos servicios generan millones de empleos, la amenaza ya es tangible. La mayoría de consultas son repetitivas, predecibles y fácilmente programables en asistentes virtuales con IA generativa. Un chatbot bien entrenado puede resolver dudas bancarias, coordinar citas médicas o gestionar pedidos online las 24 horas del día, sin descanso, sin errores por fatiga y, lo más importante para las empresas, a un coste menor. Como lo resume uno de los portavoces de Racks Labs: “La IA no sustituye solo al agente; sustituye a toda la estructura operativa detrás del agente”. Esto no significa que desaparezca la atención humana, pero sí que cada vez se requerirán menos personas para realizar el mismo volumen de trabajo.
Los diseñadores gráficos, aunque la creatividad siempre se ha considerado un bastión inexpugnable frente a la automatización, los modelos actuales de generación visual (como DALL·E o Midjourney) desafían esta idea. Según Racks Labs, “un profesional puede generar cientos de propuestas visuales con IA en cuestión de minutos, algo que antes requería días de trabajo”. Startups, agencias y freelancers que antes encargaban visuales personalizados ahora apuestan por plantillas generadas con herramientas inteligentes, afinadas a gusto del cliente. “Ya no se trata de que la IA ‘sustituya’ al artista, sino que un sólo diseñador, ayudado por tecnología, puede hacer el trabajo de diez”, subrayan.
La tercera profesión en la cuerda floja es la de los traductores. Y no se trata solo de herramientas como Google Translate, sino de modelos mucho más sofisticados, como ChatGPT o DeepL, que ya ofrecen traducciones casi nativas. Esto tiene implicaciones directas en mercados como el editorial, el turismo o incluso la diplomacia. Aunque siempre habrá espacio para traductores especializados —en áreas técnicas, legales o literarias—, la demanda generalista caerá en picado. ¿El mensaje? Adaptarse o diversificarse.
Sectores que sí sobrevivirán a la IA
1
•Medicina: médicos, enfermeros y terapeutas requieren juicio clínico e intuición.
2
Servicios personales: desde peluquería hasta entrenamiento físico, la experiencia y el trato directo no se pueden automatizar.
3Periodismo: aunque apoyadas por IA, estas disciplinas todavía exigen perspectiva, estilo y contexto.
Desde el medio especializado Red Seguridad enfatizan en esos puestos que, aunque usen la IA, siempre necesitaran a un profesional