El fichaje millonario de cerebros para la IA se detiene en Meta y abre grietas en su cultura interna: ”Edificar una cultura empresarial en torno al dinero es una receta para el fracaso”
Nuevas contrataciones
El parón llega tras una carrera de fichajes en la que la empresa de Zuckerberg se hizo con más de 50 investigadores de compañías como OpenAI, Google DeepMind, Anthropic, xAI o Apple
Mark Zuckerberg se está saltando varias leyes para construir su ”pequeño refugio” de 5.000 metros cuadrados: “Para que nuestra isla tenga alguna esperanza de seguir siendo Hawaii, tenemos que pararlo”
Meta dispara salarios millonarios para fichar a investigadores de inteligencia artificial
Los fichajes más sonados en el sector tecnológico suelen ir acompañados de cifras mareantes, pero pocas veces una empresa había llegado tan lejos como Meta. En su intento por atraer a los mejores investigadores de inteligencia artificial, la compañía puso sobre la mesa contratos de decenas de millones de dólares, llegando incluso a rondar los cien millones en paquetes individuales.
Ese ritmo de contrataciones fulgurantes, que convirtió a la firma en la mayor cazatalentos del sector, ha frenado de golpe con una decisión que ya empieza a generar tensión dentro de la propia compañía.
IA
Zuckerberg congela nuevas contrataciones tras meses de fichajes a golpe de talonario
La dirección comunicó la semana pasada que se congela la contratación en el área de IA, un parón que choca con la estrategia de expansión agresiva de los últimos meses. En ese tiempo, Meta se aseguró más de 50 ingenieros e investigadores procedentes de rivales como OpenAI, Google DeepMind, Anthropic, xAI y Apple, muchos de ellos convencidos mediante sumas millonarias.
La compra del 49% de Scale AI por 14.300 millones de dólares, con Alexandr Wang al frente del nuevo laboratorio de superinteligencia, fue el movimiento más sonado de esa ofensiva.
Meta divide su área de inteligencia artificial en cuatro ramas con Alexandr Wang al mando
La reorganización interna que acompaña a la congelación de contrataciones ha supuesto dividir el área de IA en cuatro ramas, con Wang a la cabeza del equipo destinado a desarrollar sistemas de superinteligencia. También se han creado divisiones específicas para productos, infraestructura y proyectos de investigación básica.
Esta reestructuración incluyó la disolución del equipo AGI Foundations, responsable de la serie de modelos Llama, después de que la última versión no alcanzara las expectativas marcadas por la dirección.
Fase crítica
Los fichajes millonarios disparan tensiones internas entre veteranos y recién llegados
El desembarco de nuevos fichajes con sueldos astronómicos ha tensado la relación con empleados veteranos, que ven cómo se disparan las diferencias salariales dentro de la empresa. Algunos investigadores de la primera etapa de Meta han llegado a advertir que podrían marcharse, lo que alimenta la sensación de que la cultura interna se resquebraja.
En paralelo, voces del sector cuestionan la estrategia. Sam Altman, de OpenAI, afirmó que entregar cheques en blanco es “una locura” y que basar la cultura de una empresa en el dinero es “una receta para el fracaso”. Dario Amodei, de Anthropic, avisó a su equipo de que nunca entraría en una guerra de sueldos porque “podría destruir la cultura de la compañía”.
Con la plantilla dividida y los analistas de Wall Street observando con cautela el coste de esta política, Meta encara un periodo en el que deberá demostrar que la lluvia de millones invertida en cerebros de IA puede traducirse en avances reales. El freno en seco a las contrataciones llega justo cuando más se esperaba ver resultados, y eso deja en el aire si la apuesta de Zuckerberg aguantará tanta presión.