El coste de contratar ingenieros de inteligencia artificial se ha disparado hasta cifras que hace poco parecían impensables. El mejor ejemplo está en PromptQL, una plataforma empresarial creada por la compañía Hasura en San Francisco, que paga a sus especialistas 900 dólares por hora para actuar como consultores en grandes empresas.
Su tarea consiste en diseñar y desplegar agentes capaces de analizar datos internos con modelos de lenguaje, un trabajo que requiere experiencia técnica y rapidez para adaptarse a un sector en continua evolución. Esta situación refleja cómo la presión por no quedarse atrás en la adopción de la inteligencia artificial ha transformado también el mercado de la consultoría tecnológica.
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Es mucho y todavía es poco, según los expertos
En una entrevista con Fortune, el cofundador y consejero delegado de PromptQL, Tanmai Gopal, explicó que la tarifa “está alineada con la que se paga a los ingenieros de IA”, aunque reconoció que “parece que deberíamos aumentar ese precio todavía más”. A su juicio, la reacción de las empresas que contratan este servicio refuerza esa percepción, ya que no ponen objeciones a los honorarios fijados.

Tanmai Gopal
Gopal también subrayó otra diferencia con respecto a los consultores tradicionales, al afirmar que “los perfiles MBA son pensadores muy estratégicos y personas inteligentes, pero no tienen una intuición de lo que la IA puede hacer”. En su opinión, los ingenieros aportan algo más que teoría: se involucran directamente en la ejecución de los proyectos y consiguen que los sistemas funcionen dentro de infraestructuras antiguas o poco flexibles.
La fundadora de la agencia Deep Tech Recruitment, Oana Iordăchescu, confirmó a la misma publicación que tanto startups como grandes corporaciones compiten por fichar a ingenieros sénior de inteligencia artificial a un ritmo “sin precedentes”. Señaló que estos honorarios están “muy por encima incluso de los socios de las Big Four”, cuyos ingresos suelen rondar entre 400 y 600 dólares por hora.
Otros especialistas como Rob Howard, consultor y director de Innovating with AI, coincidieron en que “las cifras de 900 dólares por hora no sorprenden”, porque los proyectos con un componente de IA ya se pagan con un plus considerable. Y mientras las compañías siguen buscando cómo aplicar estas tecnologías, lo que parecía un lujo empieza a verse como un seguro frente al riesgo de quedarse en ese 95 % de iniciativas que fracasan.