El sector tecnológico vive una fase de expansión tan intensa que muchos economistas lo comparan con las grandes burbujas financieras de las últimas décadas. Las inversiones se acumulan a un ritmo difícil de sostener y las previsiones más prudentes hablan ya de una corrección inevitable.
En medio de ese ambiente de euforia, la inteligencia artificial se ha convertido en el eje sobre el que gira buena parte del crecimiento económico reciente. La magnitud del fenómeno es tal que algunos analistas temen que un frenazo en esta industria pueda arrastrar a toda la economía mundial. Es en ese escenario donde se sitúan las últimas declaraciones de Sam Altman, consejero delegado de OpenAI.
Burbuja tecnológica
Sam Altman pide calma ante las predicciones
Durante una visita a las instalaciones que la compañía construye en Abilene, Texas, Altman mantuvo un tono sereno ante la posibilidad de que se forme una burbuja financiera en torno a la inteligencia artificial. En declaraciones recogidas por la agencia Associated Press, señaló que “entre los diez años que ya llevamos operando y las muchas décadas que tenemos por delante, habrá auges y caídas”. Añadió que “la gente invertirá de más y perderá dinero, e invertirá de menos y perderá muchos ingresos”.
El directivo admitió que habrá errores en la gestión del capital, pero aseguró que confía en el impacto económico a largo plazo de la tecnología. Según explicó, “en el horizonte con el que tenemos que planificar, estamos seguros de que esta tecnología impulsará una nueva ola de crecimiento económico sin precedentes”. La calma con la que lo expone contrasta con las señales de preocupación que otros expertos observan en el mercado.
Los datos confirman que la inversión en inteligencia artificial sostiene parte del crecimiento de EE. UU.
Un análisis publicado por The Wall Street Journal, citado por Neil Dutta, responsable de investigación económica en Renaissance Macro Research, indica que en Estados Unidos la inversión en inteligencia artificial ha contribuido más al crecimiento del PIB en los dos últimos trimestres que el propio consumo. Este dato muestra el peso que ha adquirido el sector dentro de la economía general y la dependencia que se está creando en torno a su desarrollo.
Altman, sin embargo, lleva tiempo advirtiendo sobre los excesos del sector inversor. En una entrevista con The Verge, reconoció que “cuando se forman burbujas, la gente inteligente se emociona demasiado con una pequeña parte de verdad” y concluyó que “en mi opinión, estamos en una fase en la que los inversores están demasiado entusiasmados con la inteligencia artificial”.
El dirigente también ha advertido de los riesgos sociales del avance tecnológico, desde la pérdida de empleos hasta el uso masivo de desinformación o incluso escenarios catastróficos propios de la ciencia ficción.
Pese a ello, su discurso mantiene siempre una confianza implícita en que OpenAI logrará salir reforzada. Tras reconocer en agosto que “alguien perderá una cantidad fenomenal de dinero”, añadió con ironía que “no sabemos quién”.

