Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, sobre la autocrítica en 1897: “Ser completamente honrados consigo mismo es un buen ejercicio”
Figuras célebres
A pesar de ser una cita del siglo XIX, el austríaco ya puso en órbita ejercicios sobre la honradez donde la auto-reflexión y el autoconocimiento son eje central
Sigmund Freud
La historia es la única vía capaz de conectar el 2025 con el siglo XIX. Y no necesariamente tiene que ser a través de linajes o vivencias, a veces tan solo hace falta una frase.
“Ser completamente honrados consigo mismo es un buen ejercicio”, esta célebre cita de Sigmund Freud —escrita en una carta a su colega Wilhelm Fliess el 15 de octubre de 1897—, continúa resonando a día de hoy como una clara señal de auto-reflexión y honestidad.
Así pensaba el padre del psicoanálisis en un momento en el que atravesaba una gran retrospección en lo personal y profesional. Freud ya enfatizaba entonces la importancia de la introspección como herramienta para comprender la psique, una idea que hoy sigue siendo fundamental para la salud mental.
El autoanálisis
El origen de la frase está ligado a una etapa de intenso autoanálisis, una práctica que Freud describió como su “actividad principal”, aunque no exenta de dificultades.
En la carta, el médico austríaco reconoce sentirse desanimado por el derrumbe de sus expectativas de fama y éxito derivadas de su trabajo sobre la histeria, lo que lo llevó a detener temporalmente sus investigaciones para dedicarse a observarse a sí mismo. Esa pausa lo confrontó con la posibilidad de que comprender totalmente la mente humana quizá fuera una meta inalcanzable, un giro que terminó influyendo en la evolución de su teoría metapsicológica.
Sigmund Freud
Freud también admite en su correspondencia un fuerte sentimiento de fracaso, resignándose a “callar” y “ser humilde” ante la complejidad del psiquismo. Aquí, su frase cobra un sentido particular, ya que la autocrítica no solo es un ejercicio intelectual, sino un acto de valentía emocional.
La invitación a ser honesto con uno mismo implica reconocer pensamientos, deseos y motivaciones que a menudo preferimos mantener ocultos, un principio que encaja plenamente dentro de su enfoque del inconsciente y de la importancia de hacer visibles los conflictos reprimidos.
¿Quién era Sigmund Freud?
Para comprender el peso de esta afirmación conviene recordar quién era el autor. Sigmund Freud nació en 1856 en el Imperio Austrohúngaro, en el seno de una familia judía de origen ucraniano y escasos recursos. Tras estudiar medicina en Viena y destacar como investigador en neurobiología, comenzó a ejercer como médico en 1882.
Su interés pronto derivó hacia lo psicológico, lo que lo llevó a desarrollar, hacia 1889, el método del psicoanálisis, centrado en descubrir y hacer consciente aquello que permanece reprimido en la mente del paciente a través de técnicas como la asociación libre o la interpretación de los sueños.
Aunque gran parte de la psicología científica se ha alejado de sus postulados, Freud continúa siendo una figura clave en la historia del pensamiento contemporáneo. Su trabajo transformó para siempre las explicaciones sobre la mente, la infancia, la personalidad y la sexualidad.