Los problemas de escasez de sangre para transfusiones urgentes que salven vidas podrían tocar a su fin próximamente, gracias al hallazgo histórico que han hecho unos científicos japoneses, que han dado con la fórmula para crear sangre artificial compatible con todos los grupos sanguíneos.
De consolidarse los estudios que tienen en marcha, este descubrimiento podría representar un gran avance en la atención de emergencias, en la medicina de guerra y en zonas sin acceso a instalaciones médicas adecuadas.
La nueva sangre artificial se elabora con glóbulos rojos y plaquetas cultivados en laboratorio y envueltos en diminutas burbujas sintéticas. Estas burbujas permiten que la sangre artificial realice las mismas funciones que la sangre real, como transportar oxígeno y facilitar la coagulación de las heridas. Una de sus mayores ventajas es que puede conservarse a temperatura ambiente durante más de un año. La sangre tradicional suele requerir refrigeración y tiene una vida útil corta.
Sangre artificial universal
¿En qué punto está la investigación?
Los primeros estudios vienen de 2015, cuando se proyectó la posibilidad de encapsular hemoglobina en esferas de albúmina. En 2022, se realizó un estudio de pequeñas dimensiones para comprobar la seguridad de la sangre artificial, lo cual motivó la aceleración de la investigación. En julio de 2024, la Universidad Médica de Nara anunció que un ensayo clínico con adultos sanos comenzaría en 2025. El objetivo: probar la seguridad y la eficacia, con la esperanza de llegar al uso práctico en 2030, un plazo que podría convertir a Japón en el primer país del mundo en implementar sangre artificial para la atención médica en el mundo real.
La nueva sangre podría estar lista en 2030.
El ensayo comenzará administrando de 100 a 400 mililitros de sangre artificial a voluntarios. Si no se presentan efectos secundarios, los investigadores pasarán a estudios más amplios. La sangre artificial puede conservarse hasta dos años a temperatura ambiente, una mejora drástica respecto a la vida útil de menos de un mes de la sangre donada.
Toda la población mundial está cruzando los dedos para que la investigación de la sangre artificial tenga éxito, se pueda producir en grandes cantidades y se pueda acabar con la constante necesidad de donantes de sangre.

