Loading...

Todos lo sospechábamos pero la ciencia acaba de confirmar cómo piensan los chimpancés y el parecido es sorprendentemente humano

Chimpancés

Los chimpancés pueden revisar sus creencias y cambiar de decisión ante nueva información, demostrando un tipo de razonamiento flexible que antes se consideraba exclusivo de los humanos

El sorprendente hallazgo astronómico gracias al telescopio espacial James Webb: “Esta sería la primera detección de estas estrellas primordiales”

Todos lo sospechábamos pero la ciencia acaba de confirmar cómo piensan los chimpancés y el parecido es sorprendentemente humano

BIOPARC / Europa Press

Los chimpancés siempre han fascinado al ser humano. Desde sus gestos, su manera de comunicarse y resolver problemas hasta la curiosidad que muestran por su entorno, muchos hemos sospechado que su inteligencia se parece más a la nuestra de lo que se pensaba. Sin embargo, la evidencia científica acaba de ofrecer una mirada más concreta sobre cómo piensan estos primates.

Un estudio reciente publicado en Science revela que los chimpancés son capaces de revisar racionalmente sus creencias cuando reciben nueva información. En otras palabras, pueden cambiar de opinión de manera consciente y basada en evidencia, una habilidad que hasta ahora se consideraba principalmente humana.

Cómo se hizo el estudio

Racionalidad medida con precisión

El trabajo fue realizado por un equipo internacional liderado por Emily Sanford, investigadora postdoctoral de UC Berkeley, junto a Jan Engelmann y Hanna Schleihauf. Para probar la capacidad de razonamiento de los chimpancés, los investigadores realizaron experimentos en el Ngamba Island Chimpanzee Sanctuary, en Uganda. Se presentaron a los animales dos cajas, de las cuales solo una contenía comida. Primero, los chimpancés recibían una pista sobre qué caja tenía el premio y, más tarde, se les ofrecía información más confiable que apuntaba a la otra caja.

Los resultados fueron sorprendentes. “Los chimpancés pudieron revisar sus creencias cuando surgió evidencia más confiable”, explicó Sanford. Muchos de los animales cambiaron su elección al reconocer que la nueva pista ofrecía mejor orientación, mostrando un tipo de razonamiento flexible que hasta ahora se asociaba con niños de cuatro años.

“Los chimpancés pudieron revisar sus creencias cuando surgió evidencia más confiable”

ALEKSEY MARO/UC BERKELEY / Europa Press

Para asegurarse de que las decisiones de los chimpancés no respondieran simplemente al instinto o al último estímulo recibido, el equipo recurrió a modelos computacionales y experimentos controlados. Estos análisis descartaron explicaciones más simples y confirmaron que los primates estaban aplicando estrategias racionales para revisar sus creencias. “Registramos su primera elección, luego la segunda, y comparamos si habían modificado sus creencias”, afirmó Sanford.

Este hallazgo pone en duda la idea de que la capacidad de pensar racionalmente sea exclusiva de los humanos. “La diferencia entre los humanos y los chimpancés no es un salto categórico. Es más bien como un continuo”, añadió la investigadora. La racionalidad no sería un límite rígido, sino un rasgo que compartimos con otros primates, aunque en distintos niveles.

Un recordatorio de inteligencia compartida

Implicaciones más allá de la biología

El estudio tiene aplicaciones que van más allá de entender a los chimpancés. Según Sanford, comprender cómo los primates revisan sus creencias puede ayudar a replantear la educación infantil y también la manera en que se desarrollan los sistemas de inteligencia artificial. “No debemos asumir que los niños son un lienzo en blanco cuando entran al aula”, destacó, subrayando que tanto los pequeños como los animales procesan la información de manera activa y adaptativa.

La siguiente fase del estudio aplicará las mismas pruebas a niños de entre dos y cuatro años, con el fin de comparar cómo ajustan sus creencias frente a nueva evidencia. “Es fascinante diseñar una prueba para chimpancés y luego intentar adaptarla para un niño pequeño”, comentó Sanford, quien espera en el futuro extender la investigación a otras especies de primates.

Lee también

Aunque los chimpancés no entiendan la ciencia, saben desenvolverse en entornos complejos usando estrategias inteligentes y adaptativas. “Puede que no sepan lo que es la ciencia, pero navegan en entornos complicados con estrategias inteligentes y adaptativas”, concluyó Sanford. Este estudio nos recuerda que su pensamiento es más sofisticado de lo que solemos imaginar y que, de muchas maneras, seguimos conectados con ellos a través de un hilo invisible que une nuestras mentes.