Las gafas de grabación inteligentes han revolucionado el mercado tecnológico actual. Este artilugio es capaz de capturar imágenes y vídeos, además de contar con sensores que detectan movimientos, luz ambiental o incluso gestos.
A pesar del desarrollo que suponen a nivel tecnológico, lo cierto es que las gafas inteligentes suponen un serio riesgo para la privacidad. Así lo desvela la influencer Aniessa Navarro, la cual ha tenido que hacer frente a una situación de lo más incómoda.
La joven asegura haberse sentido incómoda durante la intervención: ”¿Me estará grabando ahora mismo?”
Orion, las gafas de realidad aumentada de Meta.
La joven acudió a su sesión de depilación brasileña en un centro de la cadena European Wax Center, en Manhattan (Nueva York. EE.UU.), cuando notó algo extraño: su esteticista llevaba unas gafas inteligentes de Meta.
Cuando la influencer preguntó por las gafas, la esteticista aseguró que no estaban cargadas ni encendidas. Por desgracia, la joven no pudo evitar sentirse incómoda: “No dejaba de pensar: ‘¿Me estará grabando ahora mismo?’”.
Tras compartir su historia con sus seguidores, los cuales recomendaron que acudiera a abogados, la joven decidió enviarle un correo electrónico a la empresa, recibiendo una simple encuesta de satisfacción. Una vez llegó a los medios, la cadena decidió reaccionar.
En declaraciones al Washington Post, un portavoz afirmó, sin aportar pruebas, que las gafas de la empleada habían estado apagadas durante todo el procedimiento. Navarro sigue intentando llamar la atención sobre la necesidad de prohibir el uso de estas gafas en entornos más privados.

