Uno de los retos para las personas mayores es encontrar su lugar en un mundo dominado por las tecnologías digitales. Muchos hijos y nietos han intentado introducir a padres y abuelos en el uso de un teléfono móvil inteligente, con internet y aplicaciones, ya sea para hacer fotos, reproducir música y vídeo o enviar y recibir mensajes, además de sus funciones telefónicas básicas.
Aunque algunas personas se adaptan perfectamente al cambio de paradigma, para otras hacer funcionar los dispositivos digitales es una tarea difícil o directamente inviable.
En este contexto, han surgido multitud de ideas para intentar minimizar esta brecha digital. Como, por ejemplo, el proyecto catalán Heralto, impulsado por Àlex Cabañeros, un joven ingeniero electrónico de La Llacuna (l'Anoia), y su primo Ricard Durall, ingeniero de telecomunicaciones. La iniciativa de los dos emprendedores es “conectar a las personas aisladas de la digitalización con los pequeños momentos del día a día, que se comparten mediante mensajes en chats de grupos de familia o amigos”.
Heralto
¿Qué es y cómo funciona el aparato?
Para lograrlo, han diseñado una pequeña impresora que imprime de manera sencilla e instantánea los mensajes que recibe la persona que no sabe utilizar el móvil. “Es térmica, con papel de ticket, como la de los restaurantes”, comenta Cabañeros. “Decidimos hacerlo así porque no necesita tinta, tiene un mantenimiento muy bajo y es fácil de utilizar”.
El aparato va enchufado, tiene conexión a internet y se vincula únicamente con la aplicación de mensajería Telegram. Cualquier mensaje, ya sea texto o imagen, que se envíe a la persona, se imprimirá en la impresora. Y no solo recibe mensajes, sino que también permite responder con tres botones de diferentes colores. El verde envía un mensaje que dice “sí”; el rojo es un “no”; y el gris comparte un mensaje personalizable.
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¿De dónde surge la idea?
Todo empezó con Pilar Montull, la abuela de la pareja de Alex. Tiene 93 años y nunca ha tenido mucho contacto con las tecnologías a causa de la edad. “Nos angustiaba que la abuela se perdiera las conexiones y los pequeños momentos de nuestro día a día, que compartimos por mensajes”, explica el ingeniero.
Ahora la abuela está encantada con el aparato e interactúa muchísimo por el chat. “Es una pena que no esté bien de las piernas, porque es muy buena comunicadora, sería una comercial excepcional. Siempre dice que debería tenerlo todo el mundo”, detalla el joven emprendedor. Y añade: “Cada día nos dice 'buenos días' y nosotros respondemos con mensajes y fotografías. La mantiene activa y hace que lea un rato”.
Nos angustiaba que la yaya se perdiera las conexiones y los pequeños momentos de nuestro día a día, que compartimos por mensajes
Àlex Cabañeros y Ricard Durall, impulsores del proyecto Heralto.
“Empezamos promocionando el producto para las personas mayores del pueblo en un puesto de feria que el Ayuntamiento de Igualada nos facilitó, a fin de dar visibilidad al proyecto. Le veían potencial. De momento hemos instalado cuatro aparatos que nos sirven de conejillo de indias para acabar de probar el correcto funcionamiento, y las reseñas han sido positivas”, explica el ingeniero.
Retos a alcanzar como negocio emergente
Uno de los retos del proyecto es que el producto se dirige a las personas mayores que viven al margen del mundo digital, pero, en cambio, se promociona a través de las redes sociales, donde sí están los hijos y los nietos. “Pensamos en contactar con residencias, pero hemos notado que el potencial de venta reside directamente en los familiares de estas personas”, comenta Cabañeros.
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El producto, como muchos otros servicios actualmente, presenta un modelo de negocio basado en suscripción mensual. “Consideramos que un modelo tradicional, donde pagando ya adquieres el producto en propiedad, nos limitaría a la hora de desarrollar mejoras, y de momento tiene demasiado potencial de evolución”, detalla el emprendedor. El modelo de suscripción les permite seguir añadiendo funciones relacionadas con juegos de memoria, recordatorios de medicamentos, etcétera. “De momento, nos estamos ciñendo a funciones básicas, pero para funciones más avanzadas como las traducciones al idioma configurado, entre otras cosas, estamos pensando introducir la inteligencia artificial”, añade.
La estrategia es empezar por el público catalán. Es un producto fabricado aquí, por dos ingenieros de aquí
¿Qué aceptación ha recibido el producto?
La decisión de hacer llegar a más gente la iniciativa a través de redes sociales fue muy acertada. “La aceptación ha sido sorprendente y ahora tenemos un alud de solicitudes a las que intentamos dar respuesta como podemos. Nuestra capacidad de fabricación de momento es muy limitada, pero poco a poco vamos haciendo envíos”, confirma el fundador de Heralto. Más allá de las cuatro impresoras que ya están en marcha, tienen 25 encargos más.
Según Cabañeros, ”la estrategia es empezar por el público catalán. De momento, el proyecto está en crecimiento, solo somos dos personas”. Quieren entender si hay una necesidad en el mercado y generar confianza, es decir, transmitir un mensaje de proximidad al consumidor. “Hay que decir que este aparato electrónico es un producto fabricado aquí, por dos ingenieros de Catalunya”, subraya.
“Tenemos una prueba gratuita de un mes, sin ningún compromiso. Dejamos un dispositivo, se utiliza con total tranquilidad y si al cliente le gusta, ya empezamos a hablar de tarifas y precios”, concluye el ingeniero. De momento tienen dos opciones de tarifas: una básica con mensajes limitados por 9,90 euros al mes, y una con mensajes ilimitados por 14,90 euros al mes.
Este artículo ha sido publicado originalmente en RAC1.


