Seguramente te has encontrado a menudo en la situación de poner una dirección web para visitar una página y resulta que el navegador se tira varios segundos en abrirte la página, si es que no se agota el tiempo de espera y tienes que buscarte la vida.
Lo cierto es que este problema suele tener una solución de lo más fácil, que pasa por un pequeño cambio en la configuración de tu Windows, de tu Smartphone o incluso en el mismo router.
El truco
Tu solución pasa por las DNS
El truco rápido es cambiar tus DNS. Para saber de qué estamos hablando, un poco de contexto. Todos los ordenadores conectados a internet (incluidos los servidores de páginas web) se identifican públicamente con una dirección IP, que es como la matrícula de los coches. Cuando escribes una dirección web en tu navegador, internet no sabría a dónde dirigirte si no fuera por unas máquinas (las DNS) que se dedican a “traducir” la dirección que has escrito para convertirla en su correspondiente dirección IP, que es lo que realmente entiende internet.
Qué es una DNS
El ejemplo más fácil de entender
Vamos a poner un ejemplo muy claro: tú quieres llamar a tu primo Paco Chamorro Fernández, y tú buscas su nombre en la agenda de contactos. Pulsas sobre el nombre y, por arte de magia, estás llamando a su número de teléfono. El servicio telefónico no entiende de nombres, solo de números.
Pues, en internet, las direcciones web también son códigos numéricos (las famosas IP), y las DNS son esas “agendas universales de teléfonos” que tiene internet para saber a dónde dirigirte.
Como en todos los ámbitos, existen unas DNS más rápidas, más seguras, más estables y más fiables que otras. Por eso uno de los trucos para que tu ordenador navegue más rápido es decirle que use unas DNS mejores que las que tienes.
El método
Cómo cambiar tus DNS
Para cambiar las DNS en tu PC, tienes que realizar un pequeño ajuste en la configuración de tu conexión de red. El ingeniero en telecomunicaciones David Laita lo explica, paso a paso, en este vídeo que se le ha viralizado:
En resumen, debes ir a ver las conexiones de red, y acceder a las propiedades de tu conexión activa mediante clic derecho del ratón. Ahí, tocar en “Protocolo de Internet V4” y modificas las DNS que tengas puestas por, por ejemplo, 8.8.8.8 / 8.8.4.4 (las de Google) o 1.1.1.1 / 1.0.0.1 (Cloudflare).
Llevar a cabo este ajuste, además de seguridad, estabilidad y rapidez, también te hace ganar en privacidad, puesto que también está limitando a tu operador la información sobre tus hábitos de navegación en internet. Ten en cuenta que hacerlo no va a afectar a tu ancho de banda ni tu operador te va a penalizar de ningún modo.


