La variedad de relojes inteligentes complica la elección cuando buscas algo que vaya más allá de ser una simple extensión de tu teléfono. En ese sentido, Garmin está trabajando duramente para convertirse en una alternativa perfecta para quienes no se conforman.
La mejor prueba de ello es el Fénix 8 Pro, que pudimos probar durante tres días este mes de octubre. El equipo de Garmin preparó múltiples actividades para poder poner a prueba todo lo que el reloj ofrece: desde hacer kayak por el Guadalquivir hasta una ruta de baja montaña por la sierra de Sevilla.
Pudimos probar muchas de sus funcionalidades y me dio la impresión de que apenas rascamos la superficie de su potencial. Pero quizás la característica más interesante de todas es la independencia que tiene de un dispositivo móvil. Una vez configurado, realmente no necesitas llevar tu teléfono contigo para poder usar todas las aplicaciones del reloj, lo cual lo convierte en algo ideal si planeas actividades lejos de la civilización.
Más allá de la típica medición del ritmo cardíaco, el número de pasos o pisos subidos, lo más innovador que pudimos probar fueron las aplicaciones de mensajería. Garmin hizo que nos “perdiéramos” en medio del soto monte sevillano y nos pidió que fingiéramos que habíamos sufrido un accidente en alta montaña. Sin cobertura móvil no podríamos pedir ayuda de ningún tipo, pero lo que pudimos hacer con el Fénix 8 Pro fue establecer comunicación vía satélite con uno de los contactos de nuestro teléfono para poder mandarle una señal de socorro y nuestra localización.
Garmin Fénix 8 Pro.
Los invitados dispusimos de unas 60 horas con el reloj y, aunque desde la empresa aseguran que la batería con un uso “normal” dura entre 60 y 80 horas, a nosotros nos duró sobre unas 55 horas. He de señalar que le metimos caña a todas las funcionalidades que pudimos, que usamos el brillo de la pantalla de MicroLeds a tope todo el tiempo y que incluso usamos la pequeña linterna que incorpora el reloj para buscar pistas en una gimcana preparada por Garmin.
Desde el equipo de desarrollo de producto nos aseguraron que la batería puede llegar a durar hasta 10 días solo con el modo smartwatch. También hablan de la filosofía de la empresa por una “integración vertical” de todos los elementos que componen el reloj.
Garmin asegura que fabrica ella misma todos los componentes del reloj: tanto los físicos como el software
Esto se traduce en que Garmin asegura que fabrica ella misma todos los componentes del reloj: tanto los físicos como el software. Desde la pantalla táctil de la esfera hasta las aplicaciones de localización y comunicación vía satélite, llamadas por voz entre usuarios de Garmin o el pago con tarjeta usando únicamente el reloj sin estar vinculado con el móvil.
La pantalla y la navegación también es un aspecto a destacar. Una pantalla de MicroLeds táctil y cinco botones reforzados hacen que seleccionar la ruta en un mapa, escribir un mensaje o compartir una ubicación sea una experiencia muy similar a la de manejar cualquier smartphone. Incluso bajo el sol sevillano y sus inclementes 30ºC en pleno mes de octubre, la pantalla se veía sin dificultad ni reflejos relevantes. La versión que pudimos probar fue la de 47 mm, pero Garmin dispone de otra del mismo modelo con pantalla de 52mm, lo que puede facilitar aún más su uso.
Garmin Fénix 8 Pro.
Para acceder a las funciones más avanzadas del gadget, Garmin ofrece una suscripción básica de 9,99 € al mes y otra premium de 60 € al mes que incluye un plan sin límites de mensajería vía satélite en caso de que valores perderte asiduamente en situaciones límite que requieran un helicóptero de rescate.
La cantidad de funcionalidades que aporta el reloj pueden llegar a abrumar: desde monitorización de tu propia actividad, las constantes vitales de un caballo monitorizadas gracias a un nuevo dispositivo llamado BLAZE, o incluso la comunicación submarina hasta 40 metros para buzos. Dentro de tu reloj también dispones de una aplicación de mensajería instantánea entre usuarios de Garmin, la extensión de todas las aplicaciones de tu teléfono móvil vía bluetooth e incluso consultar la subida y bajada de la bolsa.
Garmin Fénix 8 Pro.
Dentro de tu reloj también dispones de una aplicación de mensajería instantánea entre usuarios de Garmin, la extensión de todas las aplicaciones de tu teléfono móvil vía bluetooth e incluso consultar la subida y bajada de la bolsa
Es por ello que la elección de este dispositivo es especialmente dependiente del tipo de actividad que tengas en mente realizar. Si tu nivel de actividad es una simple caminata, rutas cortas de senderismo o salir a pasear con la bici, quizás la inversión no esté justificada y sea mejor buscar un modelo más asequible, dentro de la misma marca o de cualquier otra.
Si, por el contrario, estás deseando que llegue un puente o las vacaciones de verano para poder entregarte en cuerpo y alma a los deportes al aire libre, te apasiona la alta montaña o estás preparándote para una triatlón, el Fénix 8 Pro puede ser la herramienta que marque la diferencia.
Todo depende de ti, de tu poder adquisitivo y de lo que estés dispuesto a implicarte con las funcionalidades del reloj, porque tiene tantas posibilidades que es difícil que llegues a agotarlas todas. Nadie espera tener un accidente cuando planea una escapada, pero si acaba sucediendo, te alegrarás de haberte gastado los 1.200€ que cuesta el reloj. Sí, 1.200€. Es una inversión considerable tratándose de un wearable que está orientado a personas que practican algún tipo de deporte, y aunque pueda salvarte la vida, no todos pueden gastarse tanto en un reloj.


