“La profesión de tu hijo aún no se ha inventado, pero lo que sí podemos inventar es una nueva forma de educar: más flexible, más humana y con menos miedo al cambio”

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Cómo preparar a las nuevas generaciones para profesiones que aún no existen, en un mundo donde la única certeza es el cambio

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La profesión de tu hijo aún no se ha inventado.

La profesión de tu hijo aún no se ha inventado.

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“El éxito ya no consiste en saber responder preguntas, sino en formular preguntas nuevas” - Sir Ken Robinson, autor del libro 'Escuelas Creativas' y defensor de una educación más creativa y personalizada.

Año 2035. Maxxx (con tres X, porque sus padres querían un nombre que sonara futurista y sexy) entra en su perfil escolar personalizado para elegir asignaturas. No sabe si escoger Ética para ciborgs o Diseño de emociones artificiales.

Como actividad extraescolar, se debate entre Agricultura lunar o Memes posthumanos para redes sociales interplanetarias. Por la tarde, tiene prácticas de interacción resolviendo conflictos entre robots con crisis existenciales.

Mientras tanto, su abuelo —que aún imprime los correos electrónicos “por si acaso”— no entiende por qué el niño no estudiará ni Derecho, ni Medicina, ni ninguna carrera “como Dios manda”.

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Carreras que ni siquiera podemos imaginar

Vivimos una época tan acelerada que ni el futuro ha tenido tiempo de prepararse. La frase “El trabajo de tu hijo aún no se ha inventado” tiene más fundamento del que parece. 

Aunque se atribuye a Alvin Toffler, es con informes como el del Foro Económico Mundial (2023) que se hizo viral: según ellos, el 85% de los empleos de 2030 aún no existen. Un 85%! ¡O sea, la inmensa mayoría!

Y no, no es alarmismo. Según un informe de Dell Technologies, el 75% de las empresas adoptarán IA en los próximos 5 años. Traducido: tu hija quizás no trabajará de médica, sino de optimizadora de algoritmos médicos con empatía sintética.

¿Y tu hijo? Quizás restaurará arrecifes imprimiendo corales en 3D, o diseñará vaqueros con tejidos de nanofibra que cambian de color según el estado de ánimo, o trabajará como controlador ético de robots biomecánicos. O, y esto es lo más probable, haga algo que ni siquiera podemos imaginar, porque el futuro lo escriben unos guionistas con mucha libertad creativa.

La profesión de tu hijo aún no se ha inventado.

La profesión de tu hijo aún no se ha inventado.

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La educación entre la pizarra y el metaverso

Algunas universidades y centros educativos ya están moviendo ficha: muchas escuelas españolas ofrecen grados en Inteligencia Artificial, mientras que universidades como el Tecnológico de Monterrey o la Universidad de los Andes incorporan módulos sobre ética digital, big data, pensamiento computacional y otros conceptos que la generación de padres aún relaciona con Star Trek

La incógnita es que nadie nos asegura que estos programas no acaben siendo impartidos por la propia IA... con lo cual se cerraría un círculo. Un “círculo vicioso” si se me permite. 

La profesión de tu hijo aún no se ha inventado.

La profesión de tu hijo aún no se ha inventado.

A.J. Rich / iStock

¿Como preparar a tus hijos para lo imprevisible? 

“No preparemos a los niños para un trabajo concreto, sino para reinventarse diez veces en una larga vida laboral” - Anna Fornés, de 'Fundación Factor Humà'.

Padres, por favor: dejen de preguntar a sus hijos “¿Qué quieres ser de mayor?” y empecemos a decirles: “¿En qué te gustaría reinventarte los próximos años?”. 

No los preparemos para una profesión: preparemos su mente para no colapsar cuando esa profesión desaparezca.

¿Y si el futuro no llega para todos? 

Aquí viene la parte seria: el futuro, si no actuamos, puede acabar siendo solo para quienes puedan pagarlo. La brecha digital es real y puede dejar atrás a millones de niños y jóvenes. Porque sin acceso a tecnología, conectividad y formación, no hay algoritmo que valga.

Hace falta inversión, empatía y voluntad política para que el futuro no sea un privilegio reservado a colegios con wifi cuántico, estudiantes con el iPhone 273 incrustado en el lóbulo parietal y tablets que responden a tus dudas antes de que las formules.

En resumen: la profesión de tu hijo aún no se ha inventado... y mucho menos la de tu nieto. Pero lo que sí podemos inventar es una nueva forma de educar: más flexible, más humana y con menos miedo al cambio.

Porque si el futuro va a ser una montaña rusa, al menos enseñémosles a montarse en ella con el cinturón abrochado y rebosantes de entusiasmo.

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Reflexión final

Si el 85 % de los trabajos de 2030 aún no se han inventado, la gran pregunta no es qué estudiarán, sino cómo aprenderán.

En un mundo que cambia a un ritmo tan vertiginoso, los activos más valiosos serán la curiosidad, la creatividad y la adaptabilidad (esa palabreja que significa la capacidad de aprender, desaprender y volver a aprender constantemente).

Josep Maria Mainat es un referente de la televisión, productor (creador de Gestmusic) y exmiembro de La Trinca. También es programador informático y un gran aficionado a la ciencia y la tecnología, autor de libros como Ciencia optimista.

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