Lo que parecía una rivalidad sin tregua en el mundo de la inteligencia artificial tuvo, por un momento, la posibilidad de convertirse en una alianza histórica. Nuevos documentos judiciales revelan que Elon Musk intentó asociarse con Mark Zuckerberg para comprar OpenAI, pero el CEO de Meta rechazó la propuesta sin siquiera firmar una carta de intención.
La información salió a la luz en el marco de la batalla legal entre Elon Musk y OpenAI, reportada por Business Insider. Como parte de su contrademanda, OpenAI acusa a Musk de promover una estrategia de acoso legal y mediático para desprestigiar a la empresa, y sostiene que su “oferta falsa” de compra presentada a principios de este año tuvo un impacto negativo en su reputación y operaciones.
Meta va por su cuenta en la carrera de la IA
Zuckerberg ignoró la oferta y siguió su propio camino
De acuerdo con OpenAI, como decimos, Elon Musk intentó formar un consorcio de inversores para adquirir la compañía y se acercó a Zuckerberg en busca de respaldo financiero. Aunque presentó una carta de intención, el CEO de Meta nunca llegó a comprometerse. La compañía dirigida por Sam Altman solicitó ahora a la justicia que Meta entregue toda la documentación relacionada con cualquier comunicación que haya tenido con Musk o su empresa de IA, xAI.
Aunque no se conocen los motivos exactos por los que Zuckerberg rechazó la propuesta, todo indica que prefirió centrarse en sus propios desarrollos en inteligencia artificial. La apuesta de Meta por la superinteligencia se ha intensificado, con una estrategia agresiva para captar talento de otras empresas, incluidos ingenieros de OpenAI, Anthropic y Google DeepMind.
El hecho de que Zuckerberg no haya querido asociarse con Musk no significa que no tenga interés en el ecosistema de OpenAI. A principios de año, Meta ofreció hasta 1.000 millones de dólares por Thinking Machines, la startup fundada por Mira Murati, ex directora de tecnología de OpenAI y figura clave en el desarrollo de ChatGPT. El objetivo no era solo adquirir la empresa, sino aplicar una estrategia de acqui-hiring, una práctica común en Silicon Valley para incorporar talento clave a través de la compra de compañías emergentes.
Mientras tanto, Elon Musk continúa su ofensiva contra OpenAI con su propia empresa, xAI, y su modelo Grok. Aunque su acercamiento a Meta no prosperó, el intento evidencia que, en esta nueva etapa de la carrera por la inteligencia artificial, incluso los rivales más visibles han considerado unir fuerzas para disputar el liderazgo.
Por ahora, sin embargo, cada gigante sigue su camino. Y la guerra por dominar la próxima generación de inteligencia artificial continúa, más fragmentada que nunca.