“Con esto intento contribuir a que las redes sean un poco más amables”: Instagram se llena de arte humano durante octubre para luchar contra el contenido generado por IA

Inktober

Cuando el desafío Inktober nació en el año 2009, su intención era dar a los dibujantes un pequeño reto para esforzarse en mejorar sus habilidades. Pero, tras el auge de la IA, esta demostración del arte humano tiene más valor que nunca

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Inktober: Las redes sociales se llenan de arte humano durante octubre para luchar contra el contenido generado por IA.

Inktober: Las redes sociales se llenan de arte humano durante octubre para luchar contra el contenido generado por IA.

Diseño: Selu Manzano

El mes de octubre es, desde hace más de una década, uno particularmente importante para los artistas. Durante esta época del año, cientos de miles de ellos se organizan para comenzar un proyecto colectivo. En principio, no hay ánimo de lucro ni voluntad de monetización. Y el objetivo es sencillo, aunque completarlo requiere de mucha más voluntad de la que pueda parecer. Consiste en realizar treinta y un dibujos: uno al día, desde el 1 de octubre hasta el final del mes.

El “Inktober” (un acrónimo formado por las palabras “ink”, tinta en inglés, y “october”, octubre) es un acontecimiento social en el que dibujantes de todo el mundo se organizan para enfrentarse al reto colectivo de realizar un dibujo diario durante un mes entero. Conseguirlo no supone un aliciente económico, ni tampoco hay una penalización por, por ejemplo, saltarse un día, o no terminar a tiempo; pero sus usuarios ponen el esfuerzo en acercarse lo máximo posible a la premisa original.

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El proyecto fue iniciado en el año 2009 por el dibujante estadounidense Jake Parker, que buscaba establecer un desafío que le permitiese mejorar sus propias habilidades dibujando con tinta. Poco a poco, otros dibujantes fueron uniéndose a la iniciativa, hasta que terminó por convertirse en un evento marcado anualmente en el calendario de los artistas. 

Parker publica cada año una lista de 31 ideas, una para cada día, que los participantes pueden usar como guía para inspirarse a la hora de crear sus obras. Pero muchos deciden, simplemente, ir por libre y escoger sus propias temáticas. 

Para mí, el desafío personal era mucho más importante, incluso cuando mis dibujos no recibían mucha visibilidad

Ian T. Bisbalilustrador

La gestión de Parker de la iniciativa después de su popularización no ha estado siempre exenta de controversia: en el año 2019, registró la marca y el logo del reto, lo que hizo que muchos de sus participantes le acusasen de tratar de monetizarlo y de intentar evitar que los usuarios pudiesen vender el arte que habían realizado durante sus proyectos. Más tarde, Parker aclaró que su intención era proteger la marca de empresas que quisiesen aprovecharse de ella y poder evitar la difusión de las entradas que, por ejemplo, incitasen al odio. 

Aun con todo, el Inktober se ha convertido en una costumbre más para los dibujantes: utilizar ese espacio de tiempo para tratar de elaborar un proyecto, aunque sea relativamente sencillo. Lo más importante es la constancia: intentar dibujar todos los días y no saltarse ninguno. Eso estimula la creatividad y ayuda a no obsesionarse en exceso con la perfección. 

Web oficial de Inktober.

Web oficial de Inktober.

Inktober

Para los dibujantes profesionales, participar en el reto supone una oportunidad para dejar volar la imaginación, fuera de las presiones habituales relacionadas con el trabajo. Para los amateurs, es una oportunidad para poner a prueba sus habilidades y dibujar sin complejos, esforzándose para mejorar.

Ian T. Bisbal es ilustrador y recientemente ha publicado el cómic Spaghetti Western. También ha participado en el Inktober en cuatro ocasiones. La idea surgió cuando todavía estaba estudiando: “no recuerdo exactamente cuando lo escuché por primera vez, pero recuerdo que mis compañeros de clase y profesores hablaban de hacerlo y decidí empezar”. 

Nunca ha seguido la guía oficial del evento, sino que ha establecido sus propias temáticas. Al principio, de manera libre, más tarde, con dos ideas concretas: “El tercer año escogí hacer elementos de la tabla periódica y en el cuarto, tipos de fobias.”

Bisbal reconoce que la visibilidad o la atención mediática que producen este tipo de proyectos no es particularmente grande, pero que el peso está, al final, en el desafío. “Para mí, el desafío personal era mucho más importante, incluso cuando mis dibujos no recibían mucha visibilidad. Aun así, yo los publicaba igualmente.” 

Aunque no todos los dibujantes que participan en el desafío mantienen la propuesta de utilizar tinta para elaborar las ilustraciones, a él le parece una parte importante del conjunto. Reconectar con esos materiales, en la época de las tablets y Photoshop, puede ser una fuente de progreso y creatividad importante.

Usa tu libreta como un collage de tu vida y experiencias, y no como algo sagrado que tiene que ser perfecto a los ojos de las redes sociales

Ian T. Bisbalilustrador

 “Mi consejo, en especial si casi solo dibujas en digital, es que te manches más las manos”, cuenta Bisbal. “Usa tu libreta como un collage de tu vida y experiencias, y no como algo sagrado que tiene que ser perfecto a los ojos de las redes sociales ¿Le quieres pegar una hoja de roble o una entrada del cine? Hazlo. Lo importante es probar texturas, nuevos medios e ideas. Te ayuda a pensar diferente a la hora de dibujar.”

Álex Orbe, dibujante, ilustrador y autor de cómic, participó en Inktober por primera vez en el año 2017 buscando tomarse un respiro de su trabajo habitual. “quería darme la posibilidad de dibujar, por una vez, por gusto. Retomar el hacerlo por puro placer. Llevaba una época larga encadenando trabajos de encargo y debía estar un poco saturado.” Su idea fue realizar ilustraciones basadas en fotos antiguas utilizando tinta aguada, un leitmotiv que se mantuvo durante dos años seguidos.

Después, en 2019, centró el proyecto en recrear escenas del cine de terror. Este 2025, no obstante, ha decidido emprender el proyecto con una idea diferente: busca ilustrar palabras de otros idiomas que no tienen traducción directa al castellano. Algunas de sus últimas obras nos explican el “Gigil”, la expresión filipina para describir las ganas de pellizcar a un ser que nos resulta muy tierno, o “Forelsket”, una palabra noruega para hablar de la emoción que nos despierta el primer amor

Aunque para Orbe, como dibujante profesional, el volumen de dibujos que exige Inktober no es un problema, el desafío está en “sacar tiempo mientras atiendo también mis encargos habituales.” En cualquier caso, para él, el interés está en “dibujar lo que me dé la gana.”, pero, también, en conectar con la gente.

“Las redes sociales cada vez son más desagradables y están más llenas de basura y malos rollos. Con esto intento contribuir, aunque sea de forma modesta, a que sean un poco más amables”, cuenta. Además, reconoce, “me da un pequeño chute de dopamina recibir comentarios positivos. “

Luchando contra el algoritmo

Arte tradicional en los tiempos de la IA 

Incluso si la popularidad de este desafío colectivo viene de hace más de una década atrás, en los últimos años octubre y el Inktober han adquirido un significado extra para los artistas. El auge del arte realizado por Inteligencia Artificial es más que notable en prácticamente todos los ámbitos: de portadas de libros a diseños en los videojuegos o las ilustraciones que vemos en redes sociales. 

Desde el lanzamiento de DALLE-2, el servicio que ChatGPT usa para convertir órdenes en texto en imágenes, se generan más de dos millones de ilustraciones o fotografías de esta manera al día. 

Con el auge de la IA creo que hay que tomarse seriamente poner en relevancia el arte hecho a mano, ya sea en papel o en una tableta

Joseba Moralesilustrador

Para entrenar los algoritmos y sistemas que generan estas imágenes, se utilizan, en muchas ocasiones, imágenes de artistas reales con derechos de autor, a quienes nunca llega a acreditarse. Tanto Midjourney como otros sistemas populares de generación de imágenes por IA utilizan como punto de partida la base de datos LAION-5B, que incluye miles de millones de fotografías e ilustraciones, y el sistema ha sido acusado en numerosas ocasiones de incluir el trabajo de artistas que no han consentido o sido notificados de su inclusión.  

Orbe opina que la IA es una amenaza real para los artistas, y que iniciativas como Inktober pueden ayudar a reivindicar el valor del arte humano. “Los y las creadoras estamos viendo muy amenazada nuestra subsistencia por la aparición de la IA generativa y es nuestro deber contribuir con obras originales hechas desde nuestra humanidad. Tenemos que poner en valor lo que hacemos con nuestra imaginación frente a la promoción inagotable de las multinacionales tecnológicas”. 

Ilustración de Joseba Morales.

Ilustración de Joseba Morales.

Cedida

La circunstancia ha servido, incluso, de inspiración a algunos dibujantes para participar por primera vez en el reto. El ilustrador Joseba Morales cuenta que la exigencia y el estrés que genera el proyecto siempre le había echado para atrás. Este 2025, sin embargo, se ha animado a participar con una serie de dibujos que representan a distintos personajes del universo Marvel

“Llevar un Inktober es demandante, lleva su tiempo preparar las piezas y yo, como cualquier otro profesional, no ando sobrado de tiempo precisamente”, remarca Morales. “Este año participo porque con el auge de la IA creo que hay que tomarse seriamente poner en relevancia el arte hecho a mano, ya sea en papel o en una tableta”.

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Morales piensa que la situación actual, en la que las redes sociales están llenas de Inteligencia Artificial, podría parecer el momento menos adecuado o menos inteligente para publicar las creaciones propias. Pero, para él, es justo lo contrario. “La IA está en todas partes. Y, precisamente por eso, hay que hacerlo y estar ahí. Hay que decir: “mira, hay algo más”. Hay que poner en valor el arte hecho por un ser humano que ha realizado un trazo tras otro hasta terminar la obra.”

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