“Don’t be evil (No seas malvado)”: Google tenía este en sus orígenes, pero no tuvieron reparos en cambiarlo cuando se convirtieron en lo que odiaban

Tech

Horizontal

Sundar Pichai, CEO de Google.

SAUL LOEB / AFP

“Don't be evil”. Con estas palabras, en el año 2000 Google definía su filosofía como empresa. En un momento en el que no quedaba del todo claro si internet sería un territorio amable u hostil, dos jóvenes doctorandos de Stanford, Larry Page y Sergey Brin, fundaron Google con la idea de democratizar el contenido de la red. Y, sobre todo, con la mirada fija en hacer de internet un lugar mejor.

El lema que escogieron entonces (que significa “No seas malvado”) era, por tanto, una declaración de intenciones. Un resumen de su ética que pretendía marcar la diferencia frente a los gigantes corporativos que, por entonces, ya dominaban con miedo y mano de hierro.

Lee también

Mark Zuckerberg, en 2006: “Una ardilla muriendo delante de tu casa es más relevante para tus intereses que la gente que se muere en África”

Paula García
31 January 2024, US, Washington: CEO of Meta Mark Zuckerberg testifies during the US Senate Judiciary Committee hearing

El contexto acompañaba. En aquel momento, Silicon Valley todavía respiraba el espíritu libertario del garage: idealismo, innovación y una fe ciega en que la tecnología podía mejorar el mundo. En ese escenario, Google aparecía como la compañía que había venido a hacer las cosas de otra manera. Su cultura interna, inspirada en valores de transparencia, meritocracia y apertura, tenía el objetivo de guiar a la empresa siempre por el interés de los usuarios, no por el beneficio inmediato.

“Don't be evil” llegó como idea de Paul Buchheit, ingeniero y creador de Gmail. La propuso durante una reunión en el año 2000, y rápidamente se convirtió en parte del Código de Conducta de Google, así como en el prospecto de salida a bolsa de la compañía en 2004. Allí figuraba como una advertencia interna: “Podemos ganar dinero sin hacer el mal”. 

Durante años, ese lema se convirtió en una especie de brújula moral dentro y fuera de la empresa. Era un recordatorio constante de que la innovación debía ir acompañada de ética. Google se presentó al mundo como el “buen gigante” de Silicon Valley, una empresa que utilizaba su poder para hacer del conocimiento algo más democrático.

FILE PHOTO: Sundar Pichai, CEO of Google and Alphabet Inc., speaks at the inaugural 2024 Business, Government, and Society Forum at the Stanford Graduate School of Business in Stanford, California, U.S., April 3, 2024. REUTERS/Carlos Barria/File Photo

Sundar Pichai, CEO de Google.

Carlos Barria / Reuters

Pero con el éxito el mensaje se disipó. En 2015, Google anunció la creación de un nuevo conglomerado empresarial, Alphabet Inc., destinado a separar sus distintas divisiones (desde YouTube hasta Waymo o DeepMind). Fue entonces cuando la compañía modificó discretamente su lema. El nuevo mantra pasaría a ser “Do the right thing” (“Haz lo correcto”). La diferencia semántica parecía menor, pero el gesto resultó revelador: se pasaba de un principio negativo —“no hagas el mal”— a uno positivo pero más ambiguo —“haz lo correcto”—.

Tres años después, The Independent informó de que Google había eliminado “Don’t be evil” de la introducción de su código de conducta, conservándola únicamente en la última línea. Aquella modificación simbolizó un cambio de era.

Lee también

Jeff Bezos: “No entiendo a quien está desanimado por el futuro, estamos viviendo un momento de enorme potencial; la ciencia, la energía y la tecnología avanzan más rápido que nunca”

Pau Roldan
WASHINGTON, DC - JANUARY 28: Amazon founder and Washington Post owner Jeff Bezos delivers remarks during the opening ceremony of the media company's new location January 28, 2016 in Washington, DC. Bezos purchased the newspaper and media company in October of 2013 from the storied Graham family. (Photo by Chip Somodevilla/Getty Images)

Google, que había nacido con la promesa de servir a los usuarios, se había convertido en una de las empresas más poderosas del planeta, cuyo modelo de negocio se basaba precisamente en la recopilación masiva de datos, la segmentación publicitaria y el control casi total de la información digital. Por lo tanto, lo de la ética pasaba a ser secundario.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...