¿Os imagináis tener una máquina de helados en casa como si se tratara de una de café? Esta es la idea que Matt Fonte, ingeniero y emprendedor, tenía cuando creó ColdSnap, una startup que se ha convertido en todo un fenómeno en Estados Unidos.
El germen de ColdSnap llegó en 2018, cuando, mientras acostaba a sus hijas, una de ellas le lanzó una pregunta que le dejó pensando: “Papá, ¿por qué no tenemos una máquina de helados en casa?”. Tal y como recogen en BCHeights, aquella pregunta se convirtió en una obsesión. Y al día siguiente, el ingeniero comenzó a investigar si era posible congelar seis trozos de helado en un minuto. En principio, parecía imposible... pero ahora lo ha conseguido.
Primero comenzó con un prototipo casero; se trataba de un pequeño compresor y un taladro con el cual construyó una protomáquina que ya mostraba que la idea no era tan descabellada. Y, poco a poco, fue creando lo que ahora es un dispositivo real y que comienza a ser comercializado.
Se trata de un sistema que utiliza cápsulas de aluminio y un sistema de refrigeración de alta eficiencia que, en apenas un minuto, transforma un líquido a temperatura ambiente en una crema helada lista para servir.
El helado se fabrica, se transporta y se almacena congelado. Nosotros proponemos algo distinto: congélalo cuando lo necesites
“El helado se fabrica, se transporta y se almacena congelado. Nosotros proponemos algo distinto: congélalo cuando lo necesites”, resume Fonte en la entrevista. Y además es ecológico; según explica, su sistema reduce entre un 50% y un 70% de la huella de carbono de hacer un helado tradicional, ya que no tienes que mantenerlo en frío durante tiempo para conservarlo. Por otra parte, las cápsulas contienen un 80 % de aluminio reciclado y el gas refrigerante no daña la capa de ozono.
“Quería enseñar a mis hijas que una idea escrita en un cuaderno puede transformarse en una empresa real”, concluye Matt Fonte. Y, sin duda, lo ha conseguido.


