Nuestro smartphone es nuestro compañero diario que sirve tanto para hablar por vía telefónica como para navegar por internet. Pero lo que muchos usuarios no saben es que, durante muchos años, los smartphones utilizaron dos redes diferentes: una para hablar y otra navegar. Las llamadas se hacían siempre por 2G, y la navegación se hacía primero con 3G y, desde 2011, con el primer estándar móvil basado en IP: 4G (LTE).
Solo desde 2021, casi todos los proveedores móviles en Europa ofrecen también llamadas a través de 4G (Voice-over-LTE, es decir, una transmisión de voz en tiempo real basada en IP). Para ello, se necesita un smartphone que sea compatible con VoLTE – lamentablemente, el viejo Nokia no lo es–.
En busca de actualizar la red global, desde hace varios años, se lleva anunciando el apagado total de la red 2G. Sin embargo, cada vez se pospone más y más... y esto tiene una razón clara: el 2G sigue siendo más necesario de lo que nos pensamos.
¿Por qué sigue siendo vital la red 2G?
La telefonía móvil no se utiliza desde hace décadas solo para los teléfonos. Numerosos sectores de nuestra infraestructura cotidiana usan la red móvil para comunicarse: desde los semáforos en nuestras calles y los cambios de vía del tren o metro, hasta las alarmas o el botón de emergencia en los aparcamientos.
La conexión sencilla y eficiente en términos energéticos mediante la red 2G ha conquistado prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida diaria. Desde hace más de 10 años, hay más máquinas que se comunican por red móvil que personas. Lo más importante es la capacidad de transmitir voz de forma fiable; como, por ejemplo, en una llamada de emergencia en el ascensor. En Europa hay aproximadamente 6,5 millones de ascensores (en España alrededor de un millón) en los que es imprescindible un sistema de voz de emergencia que funcione correctamente.
Para los servicios de emergencia, los bomberos y los sistemas de alarma y emergencia existen regulaciones a nivel europeo que han sido implementadas por los Estados miembros en múltiples normas, decretos y disposiciones nacionales.
Lo que en Alemania se llama Verordnung über Betriebssicherheit se denomina en España Instrucción Técnica Complementaria, y en Francia Sécurité des ascenseurs. Lo que todas estas normas tienen en común es lo siguiente: si la llamada de emergencia no funciona, el ascensor pierde su permiso de funcionamiento y debe quedar fuera de servicio. Si se sigue utilizando y ocurre algo, el operador puede incluso enfrentarse a una pena de prisión.
Paisaje urbano de Barcelona con la torre de telecomunicaciones de Collserola.
¿Por qué se retrasa el apagado de un estándar que tiene más de 30 años?
Los proveedores de servicios móviles no se cansan de anunciar el fin de la red 2G, ya que este estándar, que ha envejecido, se ha convertido para ellos en una pesadilla costosa. Por un lado, todos los clientes desean una expansión del 5G, por lo que los operadores quieren invertir fuertemente en esa área, en lugar de seguir gastando dinero en 2G. Por otro lado, cada vez es más difícil encontrar componentes y piezas de repuesto para una tecnología que tiene ya 30 años. Es prácticamente como buscar repuestos para un coche clásico: requiere tiempo y es extremadamente caro.
Sin embargo, la modernización de muchas instalaciones y sectores a tecnologías 4G o 5G no está en manos de los operadores móviles, y algunos contratos incluso obligan a los proveedores a seguir manteniendo la red 2G. Lo decisivo para la continuidad del 2G, sin embargo, es el número abrumador de actualizaciones necesarias. Lo que se instaló millones de veces durante décadas no puede adaptarse a una nueva tecnología de la noche a la mañana.
El problema no es la adaptación individual, que en la mayoría de los casos podemos implementar relativamente rápido, sino la demanda gigantesca en su conjunto
El caso de los sistemas de emergencia en ascensores ilustra bien el problema: se estima que la mitad de los ascensores todavía utiliza un sistema de emergencia basado en 2G. Si se quisiera equipar los 400.000 ascensores en Alemania con un sistema de emergencia compatible con 4G antes de que finalice este año, se tendrían que modernizar alrededor de 5.000 ascensores por día laborable. Si se dispusiera de un año para la modernización, seguirían siendo más de 1.500 ascensores por día hábil.
“El problema no es la adaptación individual, que en la mayoría de los casos podemos implementar relativamente rápido, sino la demanda gigantesca en su conjunto”, explica Adrian Gollasch, especialista alemán en sistemas de emergencia Telegärtner Elektronik. “Quien espere demasiado, podría perder el plazo final cuando llegue el apagado completo de 2G”.
En el peor de los casos, los ascensores y máquinas dejarían de funcionar de un día para otro, aunque oficialmente la red 2G aún no se haya desconectado
Incluso podría ocurrir en algunas regiones que los operadores no reparen ni reemplacen torres 2G defectuosas, ya que, con vistas al inminente apagado, no resulta rentable. “En el peor de los casos, los ascensores y máquinas dejarían de funcionar de un día para otro, aunque oficialmente la red 2G aún no se haya desconectado”, advierte el experto.
A pesar de todo, los responsables muestran en muchos casos poca disposición a actuar y parecen esperar poder seguir utilizando las redes 2G durante muchos años más. Sin embargo, Deutsche Telekom ya ha anunciado que apagará la red 2G en el verano de 2028. Por ello, el mayor operador de Alemania recomienda actuar sin demora.
“Para que todos los dispositivos sigan funcionando como se espera después del apagado de 2G, los proveedores y usuarios deben actuar ahora”, señala la empresa. “Especialmente en dispositivos o instalaciones con ciclos de servicio a largo plazo, una planificación anticipada puede hacer que el reemplazo resulte mucho más económico”.
En resumen, el anuncio de los operadores móviles de desconectar la vieja red 2G nos afecta a todos. Mientras los responsables no impulsen la modernización de infraestructuras críticas como semáforos, gasolineras, aparcamientos y ascensores, no podremos prescindir de este pilar ancestral de la tecnología móvil. La rápida conexión a internet en el smartphone a través de 5G no sirve de nada en estos casos.
¿Cuál es la diferencia entre 2G, 3G y 4G?
2G (GSM) es el estándar de telefonía móvil activo más antiguo. Se introdujo en los años 90 y originalmente solo servía para llamadas telefónicas y envío de SMS. La transmisión de voz se realizaba mediante una conexión conmutada por circuitos – similar a una línea telefónica tradicional. La transmisión de datos era posible, pero muy lenta.
3G (UMTS) fue un estándar móvil utilizado en Europa entre 2004 y 2021. En comparación con 2G, ofrecía una transmisión de datos mucho más rápida gracias a técnicas como HSPA+, EDGE y GPRS. Sin embargo, no permitía hacer llamadas telefónicas. Suiza, por ejemplo, será uno de los últimos países en apagar sus redes 3G a finales de 2025.
4G (LTE) es, en cambio, un estándar completamente basado en IP. Esto significa que voz y datos ya no se transmiten por una conexión fija, sino como paquetes de datos a través del protocolo de internet (IP), de forma similar a una llamada por WhatsApp. Esto permite velocidades de transmisión más altas y mejor calidad de voz. Para poder llamar mediante este estándar, el dispositivo debe ser compatible con Voice over LTE (VoLTE), es decir, debe poder transmitir voz a través de la red de datos.
• 2G: telefonía por línea clásica; tecnología sencilla pero obsoleta y pronto inutilizable
• 4G: voz y datos por IP – moderno, rápido, pero con nuevas exigencias técnicas y de tarjeta SIM
Artículo publicado originalmente en Computer Woche.
Tillmann Braun es periodista independiente y asesor de comunicación para organizaciones sin ánimo de lucro y empresas. Su especialidad son las soluciones informáticas innovadoras para la interconexión entre personas y máquinas. Entre sus temas principales se encuentran las redes inteligentes (también domésticas), la comunicación máquina a máquina, el pago móvil, las estrategias de TI y los sistemas de comunicación versátiles.



