Con todo el cariño al resto de secciones que conforman La Vanguardia, la sección de Internacional ha sido la que ha dado siempre más prestigio a nuestra redacción. El diario fue pionero en el envío de periodistas a zonas de conflicto y, en este sentido, es conocida la gran cobertura que se hizo de la Gran Guerra, donde bajo la dirección de Miquel del Sants Oliver, La Vanguardia publicaba las crónicas de Agustí Calvet, Gaziel, desde París, mientras el jerezano Enrique Domínguez Rodiño nos enviaba lo que acontecía en Berlín, en el bando opuesto.
A lo largo de los años, hemos mimado al máximo toda la información de esta área con el mantenimiento de una docena larga de corresponsalías por todo el mundo y con un equipo de reporteros que se han desplazado cuando ha sido necesario a las zonas de conflicto. De entre toda la larga lista de corresponsales, sobresale Tomás Alcoverro, que lleva más de sesenta años informando de la situación en Oriente Medio para los lectores de La Vanguardia. Su veteranía se complementa con la presencia de jóvenes periodistas como Helena Pelicano, en Beirut, o Janira Gómez, en Jerusalén. Y es que la actividad de nuestra redacción es como una carrera de relevos. Los periodistas pasamos y La Vanguardia permanece. En los años que llevo trabajando en la casa, he tenido la satisfacción de aprender el oficio con gente como Carlos Nadal, Lluís Foix, Xavier Batalla o Pau Baquero, y he visto cómo crecían y se convertían en grandes firmas otros colegas como Plàcid Garcia-Planas, Joaquín Luna, Lluís Uría, Ramon Aymerich, Félix Flores o Xavier Mas de Xaxàs. Ya hay otros jóvenes calentando en la banda.
La vida sigue y hoy en la sección de En Mejora Continua les explicamos los últimos cambios que afectan a una joven pero ya muy experta Anna Buj, que se desplaza de Roma a Bruselas, y anunciamos la incorporación de Francesco Olivo, que deja el prestigioso diario La Stampa para incorporarse a nuestra redacción. No son estos tiempos fáciles para el periodismo. Nuestra ventaja es que nunca ha sido tan necesaria la información seria, rigurosa y contrastada. En tiempos de fake news, toca reforzarnos y hacer más periodismo.