Un bálsamo necesario

Un bálsamo necesario
Mar Jiménez
Economista y periodista

Escribo estas líneas tras ­leer la crónica de María-Paz López sobre la visita de Angela Merkel a Barcelona para presentar sus memorias. Si Obama en el 2008 acuñó el “Yes we can”, Merkel en septiembre del 2015 se dirigió al pueblo alemán proclamando “Wir schaffen das” (podemos hacerlo), cuando contra la opinión de muchos abrió las fronteras a los refugiados de Siria, Irak y Afganistán atrapados en Hungría. Aún se la crítica por eso, pero ella alegó en Barcelona que haber cerrado las puertas a esa gente necesitada, maltratada por Viktor Orbán, el autócrata húngaro, hubiera ido contra los “valores europeos”, preciado tesoro que no protegemos como deberíamos. Y por el cual miles de personas se manifiestan en Georgia con la bandera europea en alto, para ellos símbolo de libertad y democracia, contra el primer ministro y títere del Kremlin Irakli Kobakhidze, que ha suspendido el proceso de integración en la UE, iniciando una terrible represión contra unos manifestantes decididos a mantener su lucha.

La excanciller alemana Angela Merkel, en la fotografía de portada de su libro de memorias 'Libertad'

  

URBAN ZINTEL

Qué paradójicos los tiempos en que vivimos, en los que la bandera europea se levanta como signo de emancipación en Tbilisi, y a su vez ondea a las puertas de los fallidos centros de deportación en Albania de Meloni, que acaba de ser designada por el diario Politico como la persona más poderosa del continente. Meloni es una de las políticas más listas de nuestro tiempo: es la loba con piel de cordero de Europa. Mientras coloca un vicepresidente ejecutivo en la Comisión Europea de antiguas credenciales democristianas, en Italia, en plena campaña de las elecciones regionales de Emilia Romaña, dio luz verde para que centenares de fascistas de Casa Pound se manifestaran enfrente de la estación Central de Boloña, donde el 2 de agosto de 1980 la organización terrorista fascista Nuclei Armati Rivoluzionari mató a 85 inocentes. 

El musical ‘Wicked’, cultura de masas con un mensaje antiautoritario

Esta es la verdadera Meloni, tan alejada de los valores que evoca Merkel. La solidaridad, la compasión, la defensa de la democracia, la igualdad. Valores que, se sorprenderán, emanan del maravilloso musical Wicked. Una preciosa obra de arte con dos actrices inmensas, Cynthia Erivo y Ariana Grande. Cultura de masas con un mensaje radicalmente antiautoritario y antirracista. No se lo pierdan estas Navidades. Todo un bálsamo para los tiempos convulsos que vivimos.

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