Toni Ruiz recibió, el pasado 20 de enero en Davos, el premio Forbes a la mejor labor como consejero delegado de una compañía en España. Acabó su excelente discurso con esta frase: “Millones de gracias, como decía Isak Andic”. Reconozco que me emocioné porque había oído a Isak, cientos de veces, dar las gracias de esta manera. Todo el discurso de Toni respiraba su admiración y agradecimiento a Isak Andic y supo hacerle el homenaje más adecuado. Cuando Forbes comunicó a Toni Ruiz que iba a ser él el premiado, lo comentó con Isak Andic, que se llevó una inmensa alegría. Me consta.
Dejar el timón de tu querido barco a otra persona implica varias cosas: que confías totalmente en esa persona y que sabes que, a su mando, tu barco seguirá navegando a toda vela por esos mares del mundo. Esa misma confianza que Isak tenía por Toni la ratificó el consejo de administración de Mango nombrándolo, por unanimidad, presidente de la compañía el pasado 23 de enero.
El discurso de Toni Ruiz en Davos respiraba admiración y agradecimiento a Isak Andic
Se ha hablado mucho del fallecimiento accidental de Isak Andic, pero tal vez no se ha dicho suficientemente que fue un gran ser humano, además de un gran emprendedor. Ayudaba a los demás sin que nadie se enterara. Confiaba en las personas mientras no le decepcionaran. Quería a su familia y deseaba lo mejor para ella. Y pensaba que gracias a cada uno de sus quince mil empleados la compañía iba bien. Trataba a su gente con respeto y, en muchísimos casos, con auténtico afecto. Quería a sus amigos y no tenía enemigos, solo competidores, desde otros grandes monstruos del mundo textil hasta pequeñas y grandes tiendas multimarca.
El homenaje que se hizo en Davos a Toni Ruiz tenía mucho de Isak Andic. Se dice que en esa semana visitan Davos sesenta jefes de Estado y más de mil presidentes de grandes corporaciones multinacionales. Muchos de ellos conocían a Isak Andic y su éxito mundial al frente de Mango. Tanto es así que la noticia de su accidente apareció en la mayor parte de los periódicos y emisoras de radio y televisión del mundo. Hemos tenido la suerte de tener en Barcelona un personaje que, por su discreción, aparecía poco en los medios, pero que su trabajo y su actitud tuvieron una repercusión mundial. Estoy seguro, ahora que conozco más a Toni Ruiz, de que seguirá por ese camino y llevará la compañía a donde Isak quería que llegara, a ser uno de los grandes líderes del mundo en su especialidad y hacerlo de forma sostenible. Tiene un equipo profesional fantástico y sabrá sacar partido de todos y cada uno de ellos. Y si Isak Andic lo viera, se alegraría infinitamente. Es el mejor tributo que se le puede hacer.
