De leyenda del fútbol –Balón de Oro incluido– a embajador especial de turismo deportivo de Naciones Unidas. Hristo Stoichkov es desde esta semana uno de los representantes destacados de ONU Turismo, la agencia encargada de impulsar el crecimiento y la diversificación de este sector.
La antigua estrella blaugrana asumió su nueva responsabilidad el pasado jueves en una ceremonia celebrada en Sofía en la que se comprometió a fomentar un turismo inclusivo y sostenible, “contribuyendo al empoderamiento de las nuevas generaciones mediante el deporte y la formación”.
Se da la paradoja de que Stoichkov ya ocupó el consulado honorario de Bulgaria en Barcelona, del que fue apartado tras el 1-O por no hacer gala de diplomacia al tachar de franquista a la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a quien exigió la dimisión. Un episodio que tanto el Gobierno búlgaro como la ONU han decidido dejar en una tarjeta amarilla.