Una misteriosa complicidad

Los cien minutos de la intervención de Trump en el Congreso mostraron la seguridad en seguir adelante con sus promesas electorales. No importa que The New York Times haya exhibido un detector de mentiras en el largo discurso presidencial. La afirmación de que Joe Biden “perdió el control del precio de los huevos” es engañosa. No hay evidencia de que “se encontraran con cientos de miles de millones de dólares de fraude” y es exagerado “que incontables naciones nos imponen aranceles mucho más altos de los que aplicamos nosotros”.

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Win McNamee / AFP

Ha ganado las elecciones ampliamente y anuncia cada día promesas electorales que rompen con el fondo y las formas de hacer política en Washington. No importan las mentiras ni las exageraciones. Puede dar la sensación de que el mundo entero depende de una persona que desafía la complejidad de realidades que se han escapado del marco de la racionalidad y discurren entre algoritmos que alimentan el pensamiento frágil y rápido.

Es sorprendente que Trump no haya hecho ni una leve crítica a las políticas de Putin

El eslogan de que América es lo primero lo está aplicando unilateralmente desconsiderando las alianzas que han hecho que Estados Unidos fuera la potencia hegemónica desde que en 1918 y 1942 llegara a Europa para salvarla de sus desvaríos y tragedias internas. Los norteamericanos ganaron el siglo XX por goleada.

Trump ha impuesto una nueva carta de navegación en la política interior y exterior. Es sorprendente que no haya salido ni una palabra crítica contra Putin, con quien dice haber hablado varias veces en el último mes. El Kremlin ganará en Ucrania y se quedará con Crimea y las provincias del Donbass. No hay garantías de que no ocupe uno o varios países vecinos. Zelenski puede convertirse en un héroe derrotado por la Rusia eterna.

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Lluís Foix
Britain's Prime Minister Keir Starmer, center, Ukraine's President Volodymyr Zelenskyy, left, and France's President Emmanuel Macron meet during the European leaders' summit to discuss Ukraine, hosted by Britain's Prime Minister Keir Starmer, at Lancaster House, London, Sunday March 2, 2025. (Justin Tallis/Pool via AP)

Simplificando mucho, se desprende que Trump divide el mundo en tres bloques: Rusia, China y Estados Unidos. Europa quedaría al margen de la ecuación de tres grandes populismos –dos autoritarios y uno demócrata– si no despierta del sueño de la autocomplacencia y avanza hacia una sólida integración federal superando los nacionalismos de los estados que tantas tragedias han ocasionado.

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