El presidente de la
Generalitat, Salvador Illa traspasó ayer en Barcelona la presidencia de turno de la euroregión Pirineus-Mediterrània al Gobierno balear. En ese acto, Illa subrayó la vocación europeísta de Catalunya, cuya primera escala institucional es precisamente la de esta región integrada por Occitània, en territorio francés, y Baleares y Catalunya, en territorio español. Resulta ineludible recordar a Pasqual Maragall, el president que impulsó la gran eurorregión integrada en su origen también por la comunidad de Aragón, que acabó apartándose del proyecto. Valencia, por su parte, rechazó sumarse en el momento fundacional y nunca ha participado en él. Desgraciadamente, los históricos resquemores de la política territorial española siempre han pesado sobre el sentido común que abrigaba aquel proyecto, y hay que admitir que el desempeño político de Catalunya en el último decenio no ha favorecido precisamente aquella vocación. Algún día llegarán tiempos mejores. Habría que trabajar para que fuera posible.
La pequeña eurorregión
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