La maldad existe

La maldad existe
Divulgador económico

Han pasado tres días y todavía no me he recuperado del artículo “¿Por quién doblan las campanas?”, que publicó John Carlin en este periódico el domingo pasado.

Trump ha hecho dos cosas: imponer una tasa del 50% a lo que exporta Lesoto a Estados Unidos y congelar el Usaid en el terreno de la salud (sida, tuberculosis, medicamentos…).

John se pregunta si se puede ser más cruel. La contestación, claramente es no.

Ha llegado la hora de Europa. Ahora va en serio. Europa debe rellenar todo el agujero que la maldad de este tipo está produciendo. Y lo tiene que hacer inmediatamente, porque nuestros hermanos de Lesoto, Laos, Madagascar, Siria… se mueren mientras nosotros discutimos si el PP ayuda al Gobierno, si Rodalies funcionará alguna vez -ahora tiene hasta sabotajes- y si Rodríguez Zapatero es un influencer fundamental en las relaciones de Sánchez con China

President Donald Trump speaks after signing an executive order in the Oval Office of the White House Wednesday, April 9, 2025, in Washington, as Treasury Secretary Scott Bessent and Commerce Secretary Howard Lutnick listen. (Pool via AP)

  

AP

Y nos preocupa Alves, y Gómez, y Koldo y Ábalos y el hermano Sánchez expandiendo la ópera por Badajoz y a mí me preocupa el Real Zaragoza, que por fin ha ganado un partido y parece que no desciende.

Y nos preocupan muchas cosas, pero en confianza, si no leo el artículo de John, no me entero de que, desde un despacho, sin que haga falta aflojarse el nudo de la corbata, se puede destruir un país. Sin bombas, sin soldados. Simplemente aprovechando la pausa del café.

Trump es peligroso, muy peligroso, peligrosísimo; esto es así, sin duda

Europa se está moviendo. No sé si es Europa o algunos gobernantes europeos. Lo que sí sé es que Trump aparece en todas las noticias, informando de lo que ha hecho, o de lo que quizá haga.

Yo antes pensaba que este hombre estaba loco y que nos venía muy bien su chaladura para avanzar en la construcción de Europa.

Ahora pienso que es malo. Pero me acuerdo de que, hablando de un personaje muy complejo y muy ‘mal bicho’, un amigo mío, todo finura, me recordó: “menos mal que el que le tiene que juzgar es Dios”.

Recordando aquello, matizo. Trump es peligroso, muy peligroso, peligrosísimo. Esto es así, sin duda.

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Y es peligrosísimo porque está como una cabra. Esto es así, sin duda.

Y es malo, malísimo, según me parece a mí.

Repito: me parece. Me estoy metiendo en el terreno de Dios.

Pero como me pida consejo…

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