Gracias al Observatorio de Neología ObNeo de la Pompeu Fabra, que cada semana envía un neologismo, sé que padezco amnesia letológica. De hecho, el neologismo letología es un cultismo formado a partir de la fusión de los términos griegos letos - (olvido) y - logia (derivado de logos, palabra), que empezó a circular, según el ObNeo, en el 2016. Por fortuna, la letológica es un tipo de afasia leve sin lesión cerebral. En realidad, el subtipo amnésico que padezco consiste en una incapacidad temporal para recordar un nombre propio, una palabra o una expresión que, en teoría, sabía.

Mariano Rajoy, en la comisión de investigación sobre la operación Catalunya
Sin tantas florituras etimológicas, el lenguaje popular describe esta sensación con una expresión muy gráfica: tenerlo en la punta de la lengua. ¿Cuántas veces nos pasa cada día? Ese momento que nos empuja a mirar la pantallita del móvil para intentar encontrar en la nube lo que no conseguimos extraer del vacío temporal que nos encharca la memoria. La amnesia letológica puede afectarnos a todos en cualquier momento, pero el riesgo de padecerla aumenta bajo los efectos de la triple E que forman el estrés, la extenuación y la edad, un cóctel perverso que nos oculta de manera diabólica nombres de personas, topónimos o títulos de libros.
Convendría que M. Rajoy recibiera un tratamiento eficaz contra la amnesia
Pero la amnesia letológica no siempre es involuntaria. También se manifiesta con frecuencia alarmante entre personas que declaran ante una comisión de investigación o un tribunal de justicia. Los expertos en neologismos deberán buscar otro adjetivo para esta modalidad de olvido selectivo.
En los últimos meses hemos asistido a unos ejercicios espectaculares de amnesia letológica entre los comparecientes de las comisiones de investigación sobre la operación Catalunya y la gestión de la dana. Ahora que se estrena la película Parenostre sobre el caso Pujol y que los exdirigentes de la Banca Privada de Andorra han anunciado una querella contra M. Rajoy por seis delitos –organización criminal, malversación, falsedad documental, coacciones y amenazas, detenciones ilegales y falso testimonio en sede parlamentaria–, convendría administrar un tratamiento eficaz al expresidente español para que no recaiga en la amnesia letológica voluntaria.