Los centros del mundo

Los centros del mundo
Escritor y enigmista

Salvador Dalí situó el “centro cósmico del universo” en la estación de Perpiñán. Cuando en 1965 pintó el cuadro homónimo, los trenes tenían prestigio y el alcalde de Perpiñán era demócrata. Miquel Àngel Pradilla es catedrático de Sociolingüística Catalana en la Universitat Rovira i Virgili. Hace diez años acuñó el término catalanofonía para definir el conjunto de territorios donde se habla catalán, “una denominación nada inocua –escribe– dado que centra la carga definitoria en la comunicación (- fonía ) y quiere evitar la carga identitaria otorgada, quizás sibilinamente, a otras nomenclaturas más conflictivas”.

El pintor Salvador Dalí sostenía que el centro del Universo se halla bajo la estación de tren de Perpiñán, lindando con Catalunya, y pintó un cuadro sobre este motivo (1965)

 

LV

Si la estación de Perpiñán es el centro del mundo, el centro geográfico de la catalanofonía es la antigua diócesis de Tortosa. Pradilla lo desarrolla en Reflexions (socio)lingüístiques des del bell mig de la catalanofonia (Onada, 2025), un recopilatorio de trabajos que superan el interés de los especialistas. También habla del desafricamiento prepalatal de sonidos intervocálicos en el habla de los benicarlandos, como corresponde, pero sobre todo documenta, analiza y contextualiza la zona de transición lingüística que constituye la diócesis de Tortosa, una prueba flagrante de la unidad de la lengua.

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Pradilla es de Rossell, en el Baix Maestrat, y documenta la evolución de la zona desde los tiempos de Ilercavonia hasta la actualidad, bajo la administración de tres comunidades autónomas, dos de las cuales empeñadas en amurallar las fronteras lingüísticas. Después de que Dertosa fuera la Turtuxa musulmana durante tres siglos, la reconquista se detuvo en el río Sénia, dividiendo el territorio tortosino “dellà d’Uixó”. En 1716, el obispado y la veguería fueron corregidos por el corregimiento castellano y, en 1833, por las provincias que aún hoy figuran grabadas a fuego en los mapas políticos de la España de las autonomías. En 1955 se produjo la segregación del Matarraña y, periódicamente, se exacerban los particularismos (como el tortosinismo de Bau Nolla), siempre desde un españolismo rampante.

Pero, digan lo que digan, basta pasear por el Montsià, el Matarraña y el Baix Maestrat para comprobar que la unidad de la lengua catalana es una evidencia palmaria.

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