El burgués

El burgués
Catedrático y exdecano de Filosofía de la UB

El mundo no ha cambiado tanto desde Karl Marx. Siguen el capital y el trabajo, la plusvalía y el salario, el hombre como una mercancía. Y sigue, de otra manera, la lucha de clases, como el proletariado: no hay más ciego que el que no quiere ver. Pero ¿y la burguesía ? Podría pensarse que, si hay capitalismo, hay burguesía también. Pero a los capitalistas ya no se les llama, ni se llaman, burgueses, siendo aún la clase propietaria y dominante.

US Senator Marco Rubio (2-L), Priscilla Chan, Meta CEO Mark Zuckerberg, Lauren Sanchez, Jeff Bezos ,Sundar Pichai, and Elon Musk, among other dignitaries, attend Donald Trumpâ#{emoji}128;#{emoji}153;s inauguration as the next President of the United States in the rotunda of the United States Capitol in Washington, DC, USA, 20 January 2025. Trump, who defeated Kamala Harris, is being sworn in today as the 47th president of the United States, though the planned outdoor ceremonies and events have been cancelled due to a forecast of extreme cold temperatures. SHAWN THEW/Pool via REUTERS

Mark Zuckerberg, Jeff Bezos,Sundar Pichai, Elon Musk, junto a familiares de Donald Trump y otros invitados en la investidura presidencial en enero pasado 

SHAWN THEW / Reuters

Lo curioso es que se sigue hablando de la burguesía. Se ha dicho que Madrid es una ciudad de aristócratas, subsecretarios y conserjes. Y que Barcelona lo es de burgueses, comerciantes y obreros. ¿Pero hay todavía burgueses en el mundo? Todos dicen hoy ser de clase media. Entonces ¿a qué viene hablar de la burguesía? Ser burgués es o era un modo de concebirse a sí mismo y de comportarse. Es posible ser burgués y no ser rico. Ser aristócrata y no pertenecer a la nobleza. Mostrar realeza y no ser rey.

A los capitalistas ya no se les llama, ni se llaman, burgueses, siendo aún la clase propietaria y dominante

Son formas de distinción independientes de la cuna o la suerte. Y la distinción se gana, no se hereda, como linaje o capital. El estatus, de nacimiento o ganado, no siempre conlleva lo propio de él. Un burgués de hoy suele ser rico y nada más. Si no tiene la distinción, es decir, conciencia y modos, por más que juegue al golf no es un burgués. O se ha olvidado de su clase o apellidos o es un nuevo rico.

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Norbert Bilbeny
MÁLAGA, 13/04/2025.- Un nazareno de la cofradía de la Pollinica sostiene un rosario durante la procesión, este domingo. EFE/ Jorge Zapata

Antes, los banqueros leían y los dirigentes podían hablar de arte. La burguesía ha venido a menos y le quedan cada vez menos muestras. En Barcelona, financió exposiciones universales, el modernismo, el Ateneu, el Palau y el Liceu; pero tuvo ya bastante con levantar el Camp Nou. Ahora ni siquiera invierte en ciencia y cultura, excepto cuatro apellidos. Hubo un Proust que describió el final de la aristocracia. Puede haber otro que lo haga con el de la burguesía como forma de ser y comportarse. El filósofo Sartre, por ejemplo, que se decía re­volucionario, se reconocía a sí mismo burgués­.

Porque uno vista bien, guste de la ópera o fume un habano en la sobremesa ya se le tacha de burgués, aunque sea un empleado y vote socialista. Eso revela lo poco que se sabe de la burguesía histórica. Tipos como Trump, Musk o Milei son hoy la prueba de que el capitalismo sigue tan vivo o más como en tiempos de Marx, pero en perfecta decadencia de la mejor cultura burguesa y liberal. Es cierto que la distinción no hace al capitalista menos explotador, pero sí más civilizado y negociador. De un tal Planàs de antaño se decía: “Dinero y nada más”.

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