La libertad de prensa, amenazada

En su último informe de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, correspondiente al año 2025, la organización no gubernamental Reporteros Sin Fronteras (RSF) destaca que la situación económica de los medios de comunicación representa un obstáculo para la libertad de prensa, al punto de haberse convertido en una de las principales amenazas.

RSF elabora su informe anual analizando cinco indicadores que miden la salud de la libertad de prensa: indicador político, económico, marco legal, contexto sociocultural y seguridad de los periodistas. En esta ocasión, esta oenegé internacional subraya que, por primera vez desde que elabora este ranking anual
–empezó a hacerlo en el 2002–, y debido a la situación económica, la libertad de prensa a escala mundial se encuentra en una situación “difícil”.

Es este un tema que muchas veces suele pasar desapercibido, ya que se tiende a poner el foco en aspectos más visibles, como las agresiones, detenciones y encarcelamiento de periodistas y reporteros o el ejercicio de la censura, las presiones judiciales y las fake news . Esta oenegé destaca también que el auge de las plataformas digitales, la concentración del sector o la precariedad laboral son algunos de los prin­cipales factores que amenazan la sostenibilidad del periodismo.

De los resultados del informe de RSF se desprende que la débil situación económica de los medios, auspiciada por la concentración de la propiedad o presiones de los anunciantes o de los accionistas, hace que los medios se encuentren actualmente atrapados entre la garantía de su independencia y su supervivencia financiera. Los datos así lo confirman: en 160 de los 180 países estudiados, los medios de comunicación no logran alcanzar la estabilidad financiera para poder ejercer su labor de forma independiente, y en casi un tercio de los países el cierre es constante por la persistencia de las dificultades económicas.

El informe de Reporteros Sin Fronteras califica de ‘difícil’ la práctica periodística en el mundo

El ranking del informe –en el que Noruega ocupa el primer lugar mundial– coloca a España entre el 15% de los países y territorios con mejores condiciones para el ejercicio del periodismo, alcanzando su mejor puesto. Ocupa el lugar 23, con lo que mejora siete posiciones respecto al año pasado.

En el Viejo Continente, se amplía cada vez más la brecha entre la Europa occidental y la oriental. Rusia se coloca entre los diez peores países porque, según el informe, “los medios están controlados por el Estado o por oligarcas cercanos al Kremlin”. En América, en 22 de los 26 países ha empeorado el indicador de salud económica de los medios.

En el caso concreto de Estados Unidos, RSF destaca que, tras la llegada al poder de Donald Trump, la situación se ha agravado considerablemente. El regreso del republicano a la Casa Blanca está haciendo mucho daño al derecho a una información libre y fiable. Ha cerrado el grifo de la financiación, entre otros medios, a Voice of America o Radio Free Europe, lo que ha privado de un día para otro a más de 400 millones de personas de todo el mundo de acceso a una información fiable. RSF no duda en acusar a Trump de “politizar las instituciones, reducir el apoyo a los medios independientes y marginar a los periodistas”. Y alerta de auténticos “desiertos informativos” en partes de EE.UU. por el cierre masivo de medios de comunicación.

El mapa del informe evidencia cómo el deterioro de la situación se ha extendido considerablemente desde el año pasado en una amplia zona, que comienza en el este de África y se extiende por prácticamente todo Oriente Medio y Asia. China, Corea del Norte y Eritrea son los países más restrictivos con la libertad de prensa.

El debilitamiento económico de los medios amenaza y erosiona su independencia

Resulta una obviedad que las guerras afectan a la libertad de prensa. La máxima expresión de este deterioro mundial es, como era previsible, Palestina, que desde el 7 de octubre del 2023 es una de las zonas más peligrosas para informar. En 18 meses, el ejército israelí ha asesinado a más de 200 periodistas, ha destruido sus redacciones y su material, y el férreo bloqueo que ha impuesto sobre Gaza asfixia a la prensa.

Y un último dato para la reflexión: por primera vez en la historia, las condiciones para el ejercicio del periodismo libre son “malas” en la mitad de los países del mundo y “satisfactorias” en menos de uno de cada cuatro.

La libertad de prensa es fundamental en una democracia y tiene un papel crucial en la protección de los derechos humanos. Los medios de comunicación actúan como vigilantes exponiendo la corrupción, los abusos de poder y otras injusticias. Solo una prensa libre puede impedir que los gobiernos y otras organizaciones poderosas oculten sus acciones y perpetúen su impunidad.

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