Una Unión indefensa

TRASANLÁNTICO

Una Unión indefensa
Politólogo y economista

La escasa actividad de la Unión Europea en materia de seguridad y defensa resulta especialmente paradójica, porque la motivación original para crear instituciones de ámbito europeo fue la preocupación por la guerra.

El resistente antifascista Altiero Spinelli, aún en prisión durante la Segunda Guerra Mundial, había lanzado un inspirador y admirado manifiesto a favor de una “federación europea en control de las fuerzas armadas, la seguridad y la economía europeas”. La política imperialista de la vecina Unión Soviética reforzó los incentivos para crear un sistema militar europeo común. De hecho, la unión de Europa comenzó como una empresa militar. Tras la creación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por Estados Unidos en 1949, algunos socios europeos crearon la Unión Europea Occidental dentro de ella.

Como el euro redujo la dependencia del dólar, un ejército europeo la disminuiría de EE.UU.

Paralelamente, se concibieron varios acuerdos económicos internacionales entre los países europeos que reducirían la competencia por recursos estratégicos y elementos de armamento para prevenir algunas causas de guerra interna. El federalista Jean Monnet, que había anticipado el proyecto durante la Segunda Guerra Mundial, cuando era miembro del gobierno de la Francia Libre en el exilio, persuadió al ministro de Asuntos Exteriores francés, Robert Schuman, de que empezara a unir las industrias del carbón y el acero de Francia y Alemania (los tradicionales enemigos en guerra) bajo una única autoridad. Esto haría la guerra “materialmente imposible”. Así, los seis países fundadores, ganadores y perdedores de la Segunda Guerra Mundial, crearon la Comunidad Europea del Carbón y del Acero en 1951.

El gobierno francés promovió la creación de una Comunidad Europea de Defensa con su propio ejército europeo, pero el plan no fue ratificado por la Asamblea Nacional francesa en 1954. Le siguieron la Comunidad Económica Europea y, en 1957, la Comunidad Europea de la Energía Atómica o Euratom, para limitar el uso de la energía atómica a fines pacíficos.

A soldier stands guard as German Air Force helicopters get ready to take-off at the airfield of Pajuostis in Panevezis, Lithuania on May 6, 2025 during the #{emoji}132;Griffin Lightning 2025#{emoji}147; military exercises. The German Air Force deployed about 30 aircraft to Lithuania, including TIGER attack, NH90 transport, CH-53 heavy-lift and EC135 light utility helicopters. Griffin Lightning 2025 is organized by NATO's Multinational Corps Northeast, and encompasses a large portion of the exercises currently underway in Lithuania, Latvia, Poland, and Estonia. The purpose of Griffin Lightning is to practice implementing NATO's defense plans. (Photo by Petras Malukas / AFP)

 

PETRAS MALUKAS / AFP

Al año siguiente, Alemania, principal perdedora de guerra, fue aceptada como miembro de la OTAN, la alianza militar ganadora. Esta decisión puso todos los asuntos de defensa y seguridad de Europa Occidental en manos de la organización transatlántica. En contra de las esperanzas de Monnet y otros, el intento de construir un sistema de seguridad a escala europea no se convirtió en un primer paso en el proceso de una mayor integración continental.

El escenario ha cambiado recientemente debido al conflicto abierto entre la UE y la OTAN expansivas, por un lado, y la Rusia expansiva, por otro. La guerra de Ucrania y la retirada y desvinculación de Estados Unidos de algunos de sus compromisos anteriores desafían el pacifismo tradicional de la UE. Como todos los imperios en algún momento de su expansión, la UE tiene que entrar en guerra y crear su propia maquinaria bélica. Así como la creación del euro supuso una revisión de la dependencia europea del dólar estadounidense como moneda global, un ejército europeo disminuiría la dependencia militar de Estados Unidos.

Veintidós de los veintisiete miembros de la UE son miembros de la OTAN. En los últimos años, el número de miembros que cumplen con el compromiso de gastar el 2% del PIB en defensa ha pasado de cuatro a veintitrés. Sin embargo, sus contribuciones son proporcionales a su cercanía a Rusia, de modo que Estonia y Polonia son los países que más gastan en términos relativos a sus economías, y España y Portugal entre los que menos.

Rearmar Europa no sería solo una empresa financiera, ya que sus ejércitos nacionales deberían reestructurarse como un ejército de toda Europa. Los sistemas de defensa nacional de los países europeos gastan juntos tanto como China. Sin embargo, están en gran medida desintegrados; operan de forma independiente con poca o ninguna colaboración o coordinación, y sus equipamientos son redundantes, están duplicados. Como ha mostrado la guerra de Ucrania, varios de los ejércitos de los veintisiete países europeos podrían desplegar variados tipos de tanques, aviones de combate de modelos antiguos, submarinos y diversos tipos de municiones, y no estar al día en tecnologías armamentísticas modernas, como drones y sistemas de guerra electrónica.

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Josep M. Colomer
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La industria de defensa también podría dinamizar tecnologías innovadoras de uso civil, como ocurrió en Estados Unidos, en cuyo Departamento de Defensa se originaron importantes innovaciones, como internet, el GPS, la telefonía móvil o los drones. La inversión en nuevos mecanismos de defensa europeos podría hacer que la economía general se beneficiase de las novedades en tecnologías digitales, seguridad electrónica, robótica e inteligencia artificial, ayudando así indirectamente a las instituciones centrales de la UE a salir de su debilidad.

En el 2024, la UE publicó un documento sobre la Estrategia Industrial de Defensa Europea con un plan para los diez años siguientes, cuyo objetivo sería reforzar la base tecnológica e industrial de defensa europea y adquirir cada vez más equipos en colaboración. Sin embargo, las subsiguientes propuestas concretas tendrían que ser aprobadas por el Parlamento Europeo y por unanimidad de los veintisiete estados miembros, un paso adelante que no parece estar en el horizonte previsible.

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