Trump, entre malo o peor

Trump, entre malo o peor
Director de La Vanguardia

Donald Trump quiere una América más grande, pero mucho más cerrada en ella misma. Su decisión de prohibir la admisión de estudiantes extranjeros en la Universidad de Harvard es el mejor ejemplo de su política cortoplacista y poco democrática. Después de aplicarle recortes de 2.200 millones de dólares de fondos federales a las cuentas de la universidad, ahora opta por revocarle la posibilidad de admitir estudiantes de otros países vía el Departamento de Seguridad Nacional. La medida ha quedado paralizada por la decisión de un juez federal de Massachussets a partir de un recurso presentado por la universidad. La magistrada considera que la decisión iba a causar un “perjuicio inmediato e irreparable” al centro.

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Protestas de estudiantes y profesores contra las políticas de Trump en Harvard 

Uncredited / Ap-LaPresse

En las últimas horas, estudiantes con hijos en edad escolar o con investigaciones en marcha dudaban de quedarse en Estados Unidos o marcharse a sus países de origen tras el ultimátum de 72 horas que aplicó el Gobierno americano. La intervención judicial ha evitado un éxodo masivo.

A la espera de ver como evoluciona esta batalla legal, está claro que la Administración Trump ha puesto el foco en este centro universitario, como símbolo del conocimiento y la cultura independiente. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, considera que la universidad de Harvard es un nido de extranjeros “antiamericanos y proterroristas” e incluso les acusa de haber albergado miembros de un grupo paramilitar del Partido Comunista chino.

Lo que no le debe gustar seguramente a Trump es que el flujo de estudiantes de China a Estados Unidos ha sido constante estos últimos años, a pesar de la tensión geopolítica. Y Harvard, precisamente, ha sido un polo de atracción preferente para las familias chinas con alto nivel adquisitivo. Cerrar las puertas a toda esta colonia china que se ha desplazado a América es malo para los Estados Unidos y, de rebote, también negativo para la influencia que estos jóvenes podrían tener en un futuro en el país asiático.

Está claro que las decisiones que está tomando Trump se dividen en dos tipos: las que son malas o las que son muy malas.

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