La mañana de ayer estuvo ajetreada en el Palau de Pedralbes, y no solo en la sala principal, donde se celebró la conferencia de presidentes. Mientras las autoridades debatían, en la planta baja el chef Carles Gaig y su equipo preparaban el menú, típicamente catalán, que se sirvió al término de la reunión al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, los ministros asistentes y los presidentes autonómicos.
De entrada, había ensalada xató con bacalao, anchoa de la Costa Brava y ventresca, seguido de un canelón Gaig con crema de trufa negra de la comarca de Osona. De segundo, suquetde la lonja de pescadores y fricandóde ternera de Girona con setas, y de postre, la versión del chef de la crema catalana y requesón de trapo con miel y crujiente de avellanas de Reus. Además de agua, se sirvió vino tinto denominación de origen de Pla de Bages (Abadal Picapoll) y vino blanco del Priorat (Les Terrasses).
Al terminar, Gaig fue a saludar a los comensales y se fotografió con Sánchez y con otros presidentes, que celebraron la organización del ágape y lo bueno que estaba todo.