El monstruo de la turistización

La turistización es el impacto que la masificación turística tiene en el tejido comercial y social de un lugar. Sus efectos son tan arrolladores que obligan al entorno a adaptarse a su modelo. Cualquier alternativa será sepultada, fagocitada o expulsada. Industria, negocio local, agricultura, vivienda; todo acaba supeditado a la hostelería, al souvenir, al alojamiento rural o de tipo Airbnb, convertidos en la única opción de supervivencia.

Turistas abarrotan las calles de Sóller, en la Serra de Tramuntana de Mallorca, 9 de Agosto de 2023. Reportaje sobre la masificación turística de Mallorca y la renovación de Magaluf donde las empresas hoteleras quieren substituir la zona de turismo de borrachera por hoteles de 4 y 5 estrellas. Foto: Joan Mateu Parra / Shooting

Turistas en las calles de Sóller, en Mallorca 

Joan Mateu Parra / Shooting/Archivo

Cuanto más crece, mayor es su peso y más dificultades pone para arrancar un cambio, porque impide el desarrollo de otras actividades. Inversores, empresarios y gobiernos insisten en alimentar al monstruo que nos aplasta. La desestacionalización y la descentralización turística no hacen sino ampliar el área donde moverse a sus anchas. Llega con trabajo para todos, la gente aplaude, por fin les hacen caso. Hasta que descubren las condiciones: servirle. Y ya es demasiado tarde.

Gente que vive en autocaravanas, sanitarios que no tienen donde alojarse...

Como recuerda el antropólogo Jose Mansilla, el turismo consiste en vender lo que no es tuyo. Muy barato y con el agravante de que lo que se pierde en la transacción es irrecuperable. Mar, paisaje, clima, espacios y servicios públicos. Su monocultivo da lugar a un ciclo perverso: atraes turismo para tener más clientes, y los precios suben tanto que no puedes pagar el local ni salarios dignos a tus trabajadores, incapaces a su vez de hacer frente al alquiler. Ricos del mundo inauguran discos ibicencas y se hacen selfies en un yate. Pero Doctora Ibiza tiene una Miss Hyde: Eivissa. Con Formentera, soportan 21 turistas por residente. Su mercado laboral es de los más precarios del Estado, uno de cada tres menores está en riesgo de pobreza, al 46% de los isleños le cuesta llegar a fin de mes. Gente que vive en autocaravanas, sanitarios que no tienen donde alojarse, docentes que van y vuelven desde Mallorca en avión a diario.

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