El aire acondicionado

La finca tendrá unos cien años, no está protegida y urge resolver el tema del aire acondicionado. Los inquilinos que están de alquiler pagan mucho y se lo reclaman a sus arrendadores. Algunos lo instalan sin hablarlo con la junta. Contra la normativa, lo hacen en la fachada, frente al edificio de delante. Allí también hay ruidosos aparatos de aire que desprenden calor, que se extiende a los balcones adyacentes.

undefined

  

Mané Espinosa

Los vecinos que solían abrir ventanas para que pasara la corriente ya no pueden hacerlo. Son los que van más justos de dinero, o saben que el uso masivo de aires acondicionados eleva entre dos y tres grados la tempe­ratura de las ciudades. De día, bajan persianas y encienden ventiladores (los de techo son el mejor invento). Así logran cierto bienestar sin molestar a nadie. Pero para que la climatización funcione tendrían que ventilar por las noches, y como no pueden abrir porque les llega el calorazo y el ruido de los motores de los aires, es insoportable.

¿Es posible ser coherente con unos principios si la mayoría va en dirección opuesta?

En la finca plantean ponerlos en la azotea. Los que lo tienen en la fachada se quejan porque ya pagaron la instalación en su momento. Los que no quieren aire acondicionado no entienden por qué tienen que sufragar el gasto de un proyecto que no les incumbe. El inquilino de un antiguo palomar también protesta porque no podrá dormir nunca más. Los del ático temen que se noten las vibraciones. El ecologista señala que, si se ponen allí, no harán la cubierta verde que sería necesaria para rebajar la temperatura en la ciudad; sus vecinos interpretan su militancia como cabezonería.

Lee también

La termita de la corrupción

Llucia Ramis
Sesión Plenaria. Sesión extraordinaria. Convalidación o derogación de reales decretos-leyes. Dictamen de la Comisión del Estatuto de los Diputados Santos Cerdan Psoe

¿Es posible ser coherente con unos principios y lo que sería mejor para todo el mundo si alrededor la mayoría va en dirección opuesta? ¿Se puede aspirar al bien común? ¿O ya no? En vez de acondicionar el espacio propio con los recursos que hay al alcance, se buscan otros aunque compliquen la vida al entorno. De todos modos, sea porque es más sostenible, barato y estético, o porque crece la conciencia medioambiental, o simplemente porque la publicidad ha funcionado, el ventilador de techo se ha puesto de moda y quizá acabe desbancando al aire acondicionado doméstico. La duda es si eso tiene algún recorrido en el marco de un modelo urbano que tiende a quitar árboles para poner toldos y alargar pistas de aterrizaje en zonas verdes.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...