Dos cosas han escandalizado a la prensa y a la clase política en los infames audios de Ábalos y Koldo: cómo se reparten el dinero y las mujeres. Pero la reacción ha sido muy distinta en cada caso. Respecto al dinero, periodistas y partidos han manifestado indignación y asco… y seguidamente han reclamado medidas contra la corrupción. Respecto a las mujeres, los mismos han manifestado indignación y asco, y seguidamente… nada. La condena se da en el vacío. De la prostitución no hablan, salvo un puñado de columnistas feministas, y un solo partido, el PSOE, que ha anunciado un proyecto de ley para abolirla. Los demás evitan el tema, o se limitan a pronunciarse contra la trata, a modo de brindis al sol.

A mí la actitud que más me ha llamado la atención ha sido la de la izquierda del PSOE. El vídeo de Mónica García, por ejemplo. “Los audios de Koldo y Ábalos hablando de mujeres como si fuéramos un trozo de carne dan absoluto asco…”, asevera con énfasis. Vale, ¿y?... “Hoy las mujeres lideramos espacios de poder. Somos infinitamente más diversas que esos estereotipos rancios…”. Vale, ¿y? “La sociedad española ya no tolera estas actitudes”. Vale, ¿y? Y… nada. El partido de García, Más Madrid, pretende “despenalizar y desestigmatizar” la prostitución. Como en Alemania. Donde hay burdeles con tarifa plana: cervezas, salchichas y mujeres ilimitadas.
Más Madrid pretende “despenalizar y desestigmatizar” la prostitución
Pero no, no somos “un trozo de carne”. Porque el problema, por lo visto, no son las condiciones materiales, sino las “actitudes”. El “estigma”, los “estereotipos”. Vamos a despenalizar: a darle carta blanca a cualquier hombre para “manosear, babosear, penetrar por boca, vagina y ano” (así lo describe Amelia Tiganus, que lo sufrió) a mujeres que no le desean. Pero “desestigmatizando”. Sorber soplando.
¿Cómo puede una persona inteligente comulgar con semejantes ruedas de molino? La única respuesta que se me ocurre es cruda: García habla en nombre de ella, sus amigas, sus hijas. Mujeres, como ella misma dice, con poder. Las otras, las que necesitan el dinero… ¿Darles alternativas? ¿Combatir la prostitución, incompatible con la igualdad entre los sexos?... Quita, quita, la de votos de puteros que perderíamos… Vale, pues que las manoseen y baboseen, pero ¡que no hablen de ellas así! ¡Que las traten con respeto! De usted y señorita, y les lleven bombones. O de compañera y les pregunten sus pronombres. Qué gran invento –me quito el sombrero– se ha sacado de la manga la izquierda woke : puteros, pero respetuosos.