Gaziel, tras los hechos de octubre de 1934, cuando Lluís Companys proclamó el Estado catalán antes que todo el Govern fuera encarcelado, escribió que, pasada la revuelta, formalmente todo había concluido. Pero añadió, para que nadie se llamara a engaño, que faltaba pacificar los espíritus y que aquí empezaba lo grave. Un poco como ahora. La crisis del 2017 empezó cinco años antes con la demanda de un pacto fiscal, porque los catalanes se consideraban económicamente maltratados y Mariano Rajoy fue incapaz de buscar una vía de diálogo. El eslogan de “España nos roba” fue un error grave, que imposibilitó encontrar complicidades. No se le puede llamar ladrón a alguien y esperar que este sea generoso con nosotros.

Todo aquel que entienda un poco de números sabe que Catalunya tiene un elevado déficit fiscal y encontrar una solución debería ser casi una obligación moral para cualquier gobierno de España. Ni los catalanes son malgastadores, ni tienen las infraestructuras que se merecen. Y en los últimos veinte años han llegado más de dos millones de inmigrantes que han tensionado los servicios.
La propuesta de financiación catalana es inconcreta, pero enciende a los medios de Madrid
El Gobierno de Pedro Sánchez se comprometió no solo con los partidos independentistas, sino también con los propios socialistas catalanes en buscar una solución que pudiera extenderse a otros comunidades. Una primera reunión sin concreciones, ni calendario, de la comisión Estado-Generalitat ha servido para que los medios con sede en Madrid se pongan de los nervios y saquen conclusiones tremendistas. Para muestra dos botones: “Sánchez entrega a Catalunya la independencia fiscal a costa de solidaridad entre españoles” (Abc), “Sánchez pacta que toda España financie la soberanía de Catalunya” (El Mundo). ¿Seguro que esa es la síntesis del encuentro del lunes? Si uno lee el escepticismo de la prensa catalana, creería que hablan de otra reunión distinta.
A este país le sobran pirómanos y le faltan bomberos. ¡Pero si el propio Feijóo reconocía este fin de semana que Catalunya está mal financiada! Ya decía Gaziel, hace 90 años, que el problema no es que Catalunya estuviera convaleciente, sino que desbarraban los médicos y se equivocaban con los medicamentos.