¿Podría volver la mili?

¿Podría volver la mili?
Directora adjunta

Señoras, señores, se acabó la mili”. Lo anunció Federico Trillo, entonces ministro de Defensa, el 9 de marzo del 2001. Se aplicaba así el pacto del Majestic, firmado por PP y CiU para permitir la investidura de José María Aznar. Fue una de las cesiones del líder popular, aunque luego alardeara de ello en campaña electoral, cuando pedía el voto de los jóvenes recordando que fue él, no “los progres simpáticos”, el que eliminó el servicio militar obligatorio. La presión en ese sentido era entonces notable. Desde hacía años venía aumentado el número de objetores de conciencia e insumisos, además de las peticiones de prórroga por estudios. La sociedad española aborrecía la mili.

El ejército profesional se estrenó con apenas 75.000 soldados. Hoy son cerca de 120.000 efectivos. El Gobierno prevé aumentar la plantilla en más de 15.000 para el 2035, ya que estamos por debajo de la media europea en soldados por habitantes. El mundo ha cambiado. Rusia es más agresiva, mientras EE.UU. se desentiende de la seguridad europea. Alemania va a recuperar un servicio militar voluntario. Macron propuso hace poco una mili de un mes en Francia.

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Militares del ejército español en la cumbre hispano-francesa celebrada en Barcelona en el 2023

Xavier Cervera / Propias

Hay quien sostiene que la obligatoriedad de este servicio es algo más igualitario porque todos los ciudadanos, sea cual sea su clase social, contribuyen a la defensa de su país. Pero el recuerdo que persiste de la mili es más bien el contrario, el de los privilegios y el favoritismo, amén de una cierta tendencia a premiar la incompetencia. Curiosamente, las fuerzas armadas han mejorado su imagen una vez profesionalizadas, en buena parte gracias a su participación en misiones internacionales, impensables con soldados de reemplazo.

¿Podría volver la mili? Pese a esa buena imagen del ejército en España (no tanto en Catalunya) que reflejan los sondeos y a la inestabilidad geopolítica, no parece que el clima social favorezca la recuperación de la mili. La población no percibe un riesgo bélico próximo como para revertir esa tendencia. La ministra Margarita Robles dijo ayer que la mili no está en los planes del Gobierno, al que bastante le está costando convencer a la población del aumento del gasto militar. Y no parece que el PP –ni siquiera Vox– quieran recuperar una medida que sigue siendo impopular más allá de los “progres simpáticos” a los que se refería Aznar.

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