Arma de construcción masiva

Arma de construcción masiva
Director adjunto

Barcelona reúne a partir de hoy a más de cien ministros de Cultura de todos los países que han querido asistir a esta cumbre global llamada Mondiacult. Además de ser un impulso para la vocación barcelonesa de ejercer de ciudad diplomática, la cita permitirá visualizar la configuración de un nuevo orden de relaciones culturales. 

No acudirá, ni se le esperaba, ningún representante del gobierno de EE.UU., más ocupado ahora en reeducar a sus propios ciudadanos en los valores que se suponen intrínsecos del pueblo americano que en compartir mesas redondas con personas no necesariamente blancas, cristianas y reaccionarias, o no fervientemente partidarias de resolver las discrepancias a golpe de misil. Es curioso que el trumpismo, que se llena la boca de críticas a la cultura de la cancelación, lidere ahora uno de los mayores linchamientos culturales que se recuerda, con la historia de la lucha por los derechos civiles en el punto de mira de sus políticas represivas. Todo un caso de wokismo inverso superlativo.

Horizontal

Donald Trump, retratado por Pari Dukovic, en el Smithsonian 

WIN MCNAMEE / AFP

Como señala el ministro de Cultura español, Ernest Urtasun, en la entrevista que publicamos hoy, Europa debe entender que los grandes retos globales ya no pasan por Washington. Ni pasan ni pasarán, nos atrevemos a añadir. Es muy ilustrativa en este sentido la lectura del último número de La Vanguardia Dossier , “Europa. La última oportunidad”, ya que de varios de los artículos se desprende la idea de que el camino que ha tomado Donald Trump no tiene retorno, ya que el actual presidente no hace más que acelerar –a una velocidad descabellada, eso sí– el giro introspectivo de unos Estados Unidos que llevan años dando señales de querer abandonar sus viejas alianzas. 

Lee también

En resumen, que Europa no debe esperar que un demócrata simpático que habla francés en la intimidad restablezca el viejo y confortable orden en las presidenciales americanas de 2028 (si es que llegan a celebrarse con normalidad, que esa es otra cuestión).

De los gobiernos que aún no han sido secuestrados por élites iletradas que se reúnen en Barcelona cabe esperar un impulso a la idea de que la cultura y la educación son las más eficaces armas de construcción masiva que existen. Si es necesario un plan europeo de rearme, con mayor motivo lo es un programa de choque para irradiar cultura. Aunque haya que esparcirla con drones.

Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...