No hay muchos chistes sobre los autónomos, quizás porque el tema no da para muchas risas. La mayoría de estos profesionales son personas que están instaladas en la precariedad y en la incertidumbre, porque están acostumbrados a vivir sin ingresos fijos y trabajar todas las horas posibles, sin vacaciones y sin poder tener días libres, estén enfermos o no, y luego prolongan su vida laboral mucho más allá de la edad de jubilación. Ellos no tienen tiempo de preocuparse de cuántos días a la semana tienen derecho a teletrabajar o no. Ser autónomo no es ningún chollo. Por eso sorprende la decisión del Gobierno de elevar las cuotas de los trabajadores autónomos en el periodo 2026-2028.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez se había caracterizado por aplicar medidas progresistas a favor de los más débiles con decisiones como el aumento del salario mínimo interprofesional o las pensiones. En cambio, su decisión de aumentar las cuotas a los autónomos es un regalo que ha aprovechado bien el Partido Popular, como explica hoy Javier Gallego en nuestra sección de Política. Alberto Núñez Feijóo haría bien en agarrarse a estos temas para erosionar al Gobierno, en lugar de sus habituales críticas a los casos judiciales que afectan al Ejecutivo. Pero parece que es imposible que el PP se abstraiga de este clima, y Feijóo afirmó ayer que “el dinero de los autónomos no puede ir a pagar chistorras y prostitutas”, en alusión a las causas judiciales que rodean a José Luis Ábalos y Koldo García. Siempre volvemos a lo mismo.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz
La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, afirma que su medida quiere dar “más protección” a los trabajadores por cuenta propia y quiere fijar las cuotas según los ingresos. Por ejemplo: los trabajadores con rendimientos inferiores a 670 euros mensuales pagarían en el 2026 una cuota de 217,37 euros, mientras que quienes superen los 6.000 euros al mes abonarán 796,24 euros.
Para la patronal del sector, estamos ante un “sablazo”, y la ministra se ha curado en salud y, por si acaso, ha afirmado que su propuesta está en fase inicial de “escucha”. Ojalá el Gobierno abra bien los oídos ante la injusticia histórica que vive este sector.