Hoy si no estás en las redes no existes y cualquier persona o negocio se esfuerza por destacar en el mundo digital. El mercado de Sant Antoni de Barcelona, al que tenemos que agradecer que una vez renovado haya conservado el carácter popular y de servicio a los vecinos y no se haya dejado arrastrar por la moda de vender zumos y otras delicatessen a los turistas, también tiene su presencia en Instagram. Y hay que decir que lo lleva con mucha gracia.
Los consejos y recetas que los vendedores comparten desde el mostrador con los compradores se graban en vídeo y se amplifican en la red. Puedes anotar la receta de Lucía para preparar la ensalada de pasta en verano y seguir las indicaciones de Miguel Parra sobre cómo escoger la mejor sandía.
Marina, de Sant Antoni, se dirige a los jóvenes desde las redes para que vayan al mercado
Y así, saltando de un puesto a otro, aparece Marina de Fruites Giró, que es ¡la caña! Es la quinta generación, desde 1889, que trabaja en Sant Antoni. La madre de su tatarabuela empezó con intercambio de cachivaches, su hija ya vendía patatas y cebollas, y hasta hoy, que Marina, de 24 años, nos muestra desde la seta más autóctona hasta la fruta más exótica. Pero lo más relevante no es que en su puesto se vendan tres kilos más de tomates por su gracia, sino que su discurso va más allá. Con una fruta o verdura en la mano siempre se dirige a los jóvenes, que piensan que eso es de yayos: “Con lo bonito que es ir al mercado, la gente joven tiene que animarse”.
El trato próximo con la gente mayor, la calidez que se respira, es lo que decidió a Marina a cambiar los estudios de Políticas por seguir la tradición familiar. Ir a comprar al mercado es también una decisión política. Y es que lo dice ella misma, aquí te sabes la vida de todo el mundo: “Esto es un pueblo, para lo bueno y para lo malo”.
Con mis pescaderos, Montse y Josep, que se acaban de jubilar, mientras me limpiaban los calamares o me cortaban un rape a rodajas, charlábamos sobre nuestra pasión: el teatro. Nos recomendábamos obras que habíamos visto y las comentábamos. Compartíamos que somos fans de Màrcia Cisteró, gran actriz y su clienta, y celebramos con alegría cuando le dieron el premio Margarida Xirgu. Eso en el supermercado, ¿a quién se lo cuentas? ¿A un bote de mayonesa?
