Uno de los filósofos actuales más estimulantes, el esloveno Slavoj Žižek, ha publicado El cielo en desorden (Anagrama), volumen que recoge sus textos breves sobre cuestiones de actualidad, datados originalmente en el 2021. El hombre que todo lo piensa, y cuyas reflexiones acerca de los chistes o de la hipocresía como eje rector de nuestra sociedad han dejado huella en miles de lectores de todo el mundo, se dedica en este último libro, a irnos comentando y contextualizando las noticias del día, de un modo que no parecen haber sucedido hace cuatro años sino en estos mismos momentos.
Trump con Netanyahu el día que se firmó el acuerdo de paz para Gaza
El escalpelo del autor disecciona nuestro universo simbólico y constata que la guerra fría entre bloques de países distintos ha sido sustituida por profundas divisiones internas (“guerras civiles ideológicas y políticas”, las llama) dentro de cada país: en EE.UU., entre la derecha y la clase dirigente liberal-demócrata; en el Reino Unido, entre pro y anti-Brexit... de un modo que cada vez existen menos espacios comunes para compartir, ese respeto al otro que era base de nuestras democracias.
Una reivindicación interesante del autor es la de una “izquierda conservadora”, que se presente con un conjunto firme de valores, una moral
Amante de las paradojas y de trastocar nuestro punto de vista, intenta demostrar por qué, a su juicio, el sionismo se ha vuelto antisemita, con su alianza contra natura con el fundamentalismo cristiano americano. Le basta citar unas declaraciones de Trump ante el Consejo Americano Israelí: “Muchos de ustedes están en el negocio inmobiliario, porque los conozco muy bien. Son tiburones, de ninguna manera les calificaría de buenas personas. Pero tienen que votarme, no tienen elección. No van a votar a Pocahontas y a favor del impuesto sobre la riqueza. A algunos de ustedes no les caigo bien. Y, la verdad, algunos de ustedes no me caen nada bien. Y van a ser mis mayores partidarios porque, si aprueban esa ley, en quince minutos perderán todo lo que tienen. Así que no tengo que dedicar mucho tiempo a hablar con ustedes”.
Es decir: como son ustedes judíos y solo les importa el dinero, van a tener que votarme. Este antisemitismo de manual (invocado para pedirles el voto) tiene su parangón en los elogios inconscientemente racistas de Biden a Barack Obama en un mitin por ser afroamericano y a la vez hablar bien y ser tan pulido.
Una reivindicación interesante de Žižek es la de una “izquierda conservadora”, que deje atrás “la obsesión por las transgresiones marginales” y se presente con un conjunto firme de valores, una moral. Dado que el trumpismo es posmoderno y relativista, tanto en su ética como en su identidad, el autor cree que un moralista de derechas tiene más que ver con un moralista de izquierdas que con Trump.
