El último informe de la UCO entregado al Tribunal Supremo recoge una conversación de WhatsApp entre Antxon Alonso, supuesto socio de Santos Cerdán, y su esposa Karmele, donde expone su preocupación por los gastos desmedidos de Francisca, la mujer de quien fue el número 3 del PSOE. En la conversación, Karmele manifestaba su preocupación porque “a la Paqui la conocen todas las dependientas de El Corte Inglés”. Ella no hacía más que “gastar y gastar”, según sus palabras. La culpa es del refranero castellano, que avisa de que “dinero en la bolsa, hasta que no se gasta, no se goza”. Dicho de otra manera, de qué sirve tener dinero si uno no puede darse un gusto. Uno detrás de otro en su caso. Paqui tiraba de tarjeta de crédito en los grandes almacenes, en los restaurantes, en los viajes. Y claro, la esposa del supuesto socio de Cerdán en sus pillerías estaba preocupada: “Tenéis que cogerla entre los dos y hablarle claro”.
Pero esto de comprar es la bomba. “Es mucho más americano que pensar”, declaró en una ocasión Andy Warhol. Y la culpa es de la dopamina que genera, que algunos comparan con el placer de comer chocolate. A menudo, incluso resulta terapéutico, si hacemos caso a lo que decía Lucía, de Aquí no hay quien viva: “Es que cuando me entra el bajón, compro”. Así que hay quien cree que es saludable quemar la tarjeta de crédito. El problema es que deja rastro y, si el dinero es de procedencia turbia, uno puede acabar sus días con la tarjeta del economato de una cárcel, que no permite acceder a ningún club del gourmet.
A la mujer de Santos Cerdán la conocían todas las dependientas de El Corte Inglés
Cerdán y Alonso habrían utilizado una empresa de construcción navarra, Servinabar, que trabajó con Acciona en una UTE, para sus fines. Según la Guardia Civil, habrían recibido el 2% de, al menos, tres contratos investigados. El ex secretario de organización del PSOE habría actuado en calidad de conseguidor de las concesiones.
Paqui debe de estar fatal, con el marido recién salido de la cárcel, la tarjeta bloqueada y la dopamina en reserva. Nunca entendió que el dinero no se enseña cuando se tiene y aún menos cuando no se puede justificar cómo se gana. En El Corte Inglés no la esperan en la campaña de Navidad.
