La honestidad de Fermín López sobre el césped, y su discurso, siempre prudente y cercano, le han convertido desde su irrupción en el primer equipo del Barça en uno de los favoritos de la afición. Familiar y ajeno a la extravagancia, no cumple con los prototipos de futbolista estrella. Su buen hacer con la pelota también le ha convertido en imprescindible en la selección española de Luis de la Fuente, con la que el martes cosechaba en Sevilla la clasificación matemática para el Mundial 2026.
Aunque es común que muchos futbolistas utilicen vuelos privados para los desplazamientos, Fermín rompía ayer otro mito a su regreso de la capital hispalense, que optó por hacer en un vuelo regular de Vueling. Con tejanos y jersey negros, calzado con bambas rojas, el jugador blaugrana pasó completamente inadvertido tanto a la hora de embarcar como durante el vuelo. O la gente no le conocía o prefirió dejarle en paz, pero la realidad es que demostró que un futbolista puede pasar por una persona corriente.