Hace 25 años que Enric Gomà envía un correo cada día laborable con frases oídas en la calle de modo espontáneo. Con el tiempo su lista [email protected] ha pasado de los quince informantes iniciales, amigos escritores y guionistas como Lluís Arcarazo, Piti Español, Gisela Pou, Jordi Galceran, Anna Fité, Jordi Puntí o Matthew Tree, a los más de ochocientos actuales que envían y reciben las frases escuchadas.
Lo que antes de las redes sociales era una modernidad –una lista de distribución por e-mail– hoy es una rareza vintage digna de figurar en un museo junto a los primeros Apple o las Blackberry. Pero escuchar, sin pantallas ni aparatos, sigue siendo ilustrativo. La Campana publica la tercera antología de audiciones pescadas en la calle con el título Què diem els catalans. El libro es un verdadero Kempis de la oralidad. Lo abras por donde lo abras te sorprenderá, sobre todo porque se aleja mucho de la banda sonora habitual de las tertulias microfonadas y de los comentarios escupidos en las redes sociales.
La voz de la calle se aleja mucho de lo que se dice en las tertulias microfonadas
Las frases permiten apuntalar o desmentir prejuicios de un modo desconcertante, entre otras cosas porque no fueron dichas para ser oídas. Se escucha a todas las edades. Niños: en la calle Vallfogona de Barcelona, una niña le dice a su padre: “De gran vull tenir una casa amb xalet i piscina”; adolescentes en la línea del Vallès de los Ferrocarriles de la Generalitat: “–Ja has estudiat per a l’examen d’Història de demà? –No. De què va? –Anys 1931-1936. –Cinc anys només! Què va passar que calgui fer un examen?”; jóvenes de la generación Z en El Corte Inglés de Catalunya: “–¿Cuándo os dais los regalos? ¿Reyes o Papá Noel? –Depende un poco de Amazon”; tampoco faltan los maduritos de toda casta: en la rambla Badal, una pareja de más de cincuenta, bien cogidos, cuya relación debe de ser reciente porque él le suelta: “Yo tengo nueve hijos, y los nueve en la Legión”.
La única certeza de este Què diem els catalans es que los catalanes decimos muchas cosas. Escucharnos permite entender cómo se encuentra el país desde hoy hace ocho años y un mes: “Al càsting d’acròbates de Mar i cel : –Pots fer un salt mortal?
–Una vegada, sí”.
