Guerra de colores y tipografías

Guerra de colores y tipografías
Staff Writer

Desde 1999, cada año por estas fechas el Pantone Color Institute anuncia cuál será el tono de referencia el año siguiente. Esta vez ha provocado un debate inesperado al revelar que el del 2026 será el Cloud Dancer, descrito como un blanco discreto. El blanco nube pretende aportar serenidad en un momento marcado por el ruido y la saturación visual. Así, sería un blanco de paréntesis, un blanco de descanso, centrado en la luz natural y la textura, más que en el impacto de los colores vivos. Vendría a ser un lienzo en blanco desde el que empezar de nuevo.

El nuevo motorola edge 70 Pantone Color of the Year 2026: PANTONE 11-4201 Cloud Dancer con crystals by Swarovski

 

Europa Press

Es la primera vez que el blanco ha sido escogido color del año. Entre sus detractores están quienes interpretan una intención de “blanquear” –literal y literariamente– una época subrayada por el racismo. Arguyen que proponerlo como ideal, y como sinónimo de neutralidad y objetivo de paz, unidad y cohesión, se contradice con la voluntad de cuestionar, precisamente, la hegemonía del blanco. La crítica de moda jefe del The New York Times , Vanessa Friedman, apunta que cuando oye la palabra blanco le vienen a la cabeza asociaciones poco saludables que podrían distorsionarse para fines incómodos. Otros ven esta elección como conservadora, sin carga política (pues eso: blanca), incluso puritana, blanco virginal. Otros, como una opción sosa y aburrida.

Es la primera vez que el blanco ha sido escogido color del año

Estas interpretaciones son casi simultáneas a la decisión de la Casa Blanca ( oh, wait! ) de cambiar la tipografía oficial del Departamento de Estado: a partir de ahora, los diplomáticos deberán dejar de usar la letra Calibri y sustituirla por la Times New Roman, “más formal”, para restaurar “el decoro y el profesionalismo”.

Lee también

La lectura como pasaje

Llucia Ramis
evento-club-vanguardia-la-pedrera-cristina-iglesias

El gobierno anterior había optado por la Calibri porque sus ángulos redondeados, sin trazos decorativos y con un espacio mayor entre las letras, la hacen una letra más accesible a personas con dislexia o discapacidad visual; demasiado woke para Donald Trump, siempre contra programas que promuevan la diversidad y la inclusión.

¿En esto consiste una guerra cultural? Cuando se sobredimensiona lo simbólico, todo es interpretable, todo puede cargarse de ideología, ya sean marcas, colores o tipos de letra. Las cosas se vacían de contenido, pierden su valor original y se resignifican hasta el punto de generar tal confusión que no sabemos de qué estamos hablando.

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...