Las cenas de empresa que se multiplican a las puertas de la Navidad son un buen momento para venirse arriba. Nada mejor que la desinhibición festiva para hacer proclamas espontáneas y desenvueltas en un clima burbujeante que invita a mirar al futuro con optimismo. El PP, con Alberto Núñez Feijóo e Isabel Díaz Ayuso, reunió esta semana a 1.040 asistentes en la finca La Alquería, de Alcorcón, una localidad que es territorio comanche, pues gobierna el PSOE aunque la fuerza más votada fue el PP. Todos los comensales eran alcaldes, concejales y altos cargos que ven el poder monclovita al alcance de la mano.
El presidente del partido fue parco en palabras, lo que se agradeció después que hubiera empezado la digestión de la presa ibérica caramelizada del menú. Feijóo dijo a la concurrencia que era un moderado pero no un tibio y que este partido lo van a ganar, antes de desear Feliz Navidad. Ayuso no se limitó a animar a la tropa, sino que se sintió en su salsa (menos dulce que la del cerdo de la comilona). Proclamó que hay que ser valientes, decir las cosas por su nombre y lanzarse a la piscina. Y anunció que el Gobierno va a implosionar en cualquier momento. Implosionar es un término que significa “colapso violento hacia dentro de una estructura por la gran presión externa”. Si uno repite la palabra tres veces, empieza a tener gases. Solo la dijo dos, así que sabe de su impacto.
Nada mejor para venirse arriba que los ágapes de empresa, en que se impone la desinhibición
Al personal se le hizo largo el discurso. En una cena de Navidad, el personal tiene ganas de bailar, tirar la caña o cantar canciones de Perales. Por cierto, a la presidenta de Madrid le regalaron un CD de Guns N’ Roses, que le encantan, a pesar de que su único concierto en España lo dieron este verano en Barcelona y pasaron de largo Madrid. Ignoro si incluía uno de sus grandes temas, de 1988, titulado Patience (Paciencia), cuya letra dice, entre otras cosas: “Mujer, tómatelo con calma / y las cosas irán bien. / Tú y yo solo necesitamos un poco de paciencia”.
El único problema del PP es que la impaciencia les puede y la resistencia de Sánchez les desespera. Por cierto, a Feijóo le regalaron una corbata con los colores de la bandera española, que recibió con cara de circunstancias. Se puede ser patriota sin ir de uniforme.
