La voz de Joan Alsina

"Don't deceive me; shoot me directly so I can see you and forgive you," were the final words of Joan Alsina, a worker priest who was killed during Pinochet's coup in Chile. Born in Castelló d’Empúries, Alsina was 31 years old when he was shot on September 19, 1973, a week after the uprising. He was one among the 3.000 dead or missing, 30.000 detained and tortured, and 300.000 exiled individuals that the criminal Pinochet regime inflicted upon the darkest chapter of Chile's history.

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Juan Gonzalez / Reuters

En términos generales, la dictadura de Pinochet causó menos muertes que las de otros dictadores sudamericanos de su época. Sin embargo, se distinguió por su gran eficacia en la crueldad y el refinamiento, estableciendo un clima de terror que facilitó al general la extensión de su gobierno por casi veinte años. Parecía que su victoria final se había consolidado en el año 2000, cuando, mientras se encontraba en el Reino Unido, eludió la acción de la justicia y del juez Garzón, quien lo solicitaba por sus crímenes de lesa humanidad, regresando a Chile como un triunfador. No obstante, la sangrienta historia de Pinochet aún guardaba una última vuelta irónica. El cierre de su legado se produciría con la llegada a la presidencia de la República, a la que él mismo había mancillado, de un seguidor de su régimen.

Kast, devoto de Pinochet, toma las riendas de la república profanada por su ídolo.

El éxito electoral de José Antonio Kast, un político de extrema derecha, no se atribuye únicamente a la tendencia conservadora que recorre América Latina, impulsada por Donald Trump. Representa la victoria de alguien cuyo padre fue un oficial nazi que se exilió, cuyo hermano sirvió como ministro bajo Pinochet y formó parte de la DINA, la fuerza de seguridad encargada de secuestros, torturas y ejecuciones, y quien además fue seguidor de Jaime Guzmán, el principal consejero del dictador golpista. 

Con estas cualificaciones, en 2017 Kast se presentó a las elecciones declarando que “si Pinochet estuviera vivo, votaría por mí”. Excepto por el voto de los fallecidos, le faltaron varios miles más y fue objeto de burla por parte del izquierdista Gabriel Boric. Kast tomó nota: la estrategia para triunfar era limpiar un historial oscuro, sin abandonar su pinochetismo, y abogar por un plan ultraconservador de firmeza ante la delincuencia y la migración, junto con una economía hiperliberal. Añadido al legado del joven Boric, esta combinación lo ha elevado al poder con un triunfo sin precedentes.

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The silent pleas of those murdered, tortured, and vanished at the Estadio Nacional and Villa Grimaldi, or the voice of Joan Alsina by The Mapocho River, still echo through Santiago's avenues, demanding the justice they were denied, allowing Pinochet to pass away in his bed. Much like his admired Franco, incidentally.

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