Las Claves
- El zoo de Barcelona se queda sin tigres tras el fallecimiento de Tibor y Pertama por su avanzada edad durante este año.
- La institución comunica que no sustituir
A partir del fallecimiento de Copito de Nieve, sus allegados acudimos con menor frecuencia al zoo de Barcelona. Echamos de menos la vitalidad del gorila albino, que solía asombrarnos con chistes que rara vez resultaban elegantes. Actualmente, la tristeza retorna: los ejemplares finales de tigre del recinto, Tibor y Pertama, han fallecido durante esta mitad del año. Tal como expresaría un seguidor del RCD Espanyol, siempre parten los que poseen mayor instinto felino...
En apenas unos meses, ambos felinos han fallecido por su avanzada edad, y el organismo comunica que no habrá más tigres, un espacio que será cubierto por fauna local (me imagino este 2026 en un recinto junto a Carles Puigdemont).
Tibor fue el primero en marcharse, habiendo arribado con un solo ojo desde el zoo de Edimburgo hace una década, tal como numerosos extranjeros que persiguen el sol y locales de bajo coste. Tibor jamás ocasionó altercados a los residentes y convivía en armonía con la tigresa Pertama, la cual permanecía viuda y poco dispuesta a festejos, dado que no procrearon (pese a lo que se rumoree de las tigresas comprometidas). Posiblemente fuera cuestión de Tibor, el tigre macho definitivo de Barcelona si omitimos a algún camarada muy nocturno o a esos fiascos brasileños que el Barça incorpora cada varios años.
El parque zoológico de Barcelona se ha quedado sin sus dos ejemplares finales de tigre durante el presente año 2025 y no contempla la posibilidad de sustituirlos.
Nos reconforta que disfrutaran de un retiro sereno en Barcelona y no en los montes de Sumatra tolerando a viajeros con celulares, ahora que tantos chicos deciden visitar Indonesia. Asimismo, nos alegra que lograran conmemorar unidos diversos 29 de julio, día internacional del Tigre, una propuesta del presidente Vladímir Putin después de un encuentro con los dirigentes de los trece territorios globales que aún poseen tigres, llevado a cabo el 2010 en San Petersburgo.
El zoo de Barcelona dejará de mostrar tigres, cuya ausencia marcará el recuerdo de muchas generaciones de niños que, al entrar al parque, solían tramar travesuras, si bien ante estos grandes felinos se conformaban con lanzarles rugidos de cerca para buscar alguna reacción.
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Los tigres jamás representaron el alma de la fiesta en el zoológico, aunque otorgaban prestigio al lugar y posibilitaban contemplar a tigresas y leonas sin tener que tramitar un divorcio, recorrer Barcelona de madrugada o trasladarse a la isla de Sumatra.
