La política del zasca
La política actualmente es un banal y crispado espectáculo, gracias a la inestimable colaboración de determinados políticos profesionales, algunos medios de comunicación y las redes sociales. El zasca es, probablemente, la representación más genuina de esa banalización crispada, que provoca la carcajada inmediata al ridiculizar al adversario. Siempre se pensó que a mayor información, más conocimiento, condición esa necesaria pero insuficiente. Se requieren además dos elementos fundamentales: una información veraz y relevante, no zascas, y el tiempo necesario para reflexionar sobre ella que genere conocimiento. Precisamente ese tiempo es el bien más escaso en la actualidad, lo cual obliga a tomar decisiones rápidas para enseguida pasar a otra pantalla como se dice ahora. Ese trajín de pantallas lo único que consigue es estresar e idiotizar a la gran mayoría, pero nunca construye conocimiento.
Horacio Torvisco
Alcobendas