En Catalunya, queremos demostrar que somos los primeros en encontrar soluciones a los problemas y, para ello, daremos por buena cualquier salida que proponga el político más populista. Así, solucionar el problema del precio de los alquileres es tan fácil como intervenir el mercado mediante decretazo y hacer huir a los propietarios, reduciendo aún más el número de pisos disponibles. La huida puede haber consistido en vender la vivienda o convertirla en alquiler de temporada o alquiler turístico.
Y, para que ningún propietario escape, se les hace inscribir en un registro de grandes tenedores a modo de señalamiento de presunción de culpabilidad. Todos los grandes tenedores (cinco pisos contando la vivienda habitual y el apartamentito en la playa) son sospechosos. A lo mejor a algún idealista progre se le ocurre que, para bajar el precio de los alimentos, hay que limitar las ganancias de las cadenas de supermercados. En fin, nacionalizar la economía y regresar al comunismo, ahora que no se practica ni en la antigua URSS.
Elisabet Aymerich Hom
Sant Feliu de Llobregat